El copresidente de la Alianza Verde, Rodrigo Romero Hernández, fue sorprendido conduciendo bajo estado de alcoholemia una camioneta personal, en Bucaramanga. El militante de los ‘verdes’ deberá pagar una millonaria multa.
En un operativo organizado por la Dirección de Tránsito de Bucaramanga, en la carrera 33 con calle 34, fue sorprendido manejando bajo esta de alicoramiento el nuevo copresidente de la Alianza Verde, Rodrigo Romero Hernández, quien marcó grado tres de alcoholemia.
Según informó el director de Tránsito, Carlos Bueno, el militante político y quien es ahora el vocero oficial de la colectividad, iba en una camioneta de alta gama la cual tenía permisos de movilidad otorgados por el mismo Congreso de la República.
«Nuestros agentes de Tránsito requirieron a conductor de una camioneta de alta gama que portaba permiso de libre circulación expedido por el Senado de la República y quien se identificó como Rodrigo Romero Hernández», puntualizó Bueno a través de sus redes sociales.
En medio del operativo, el militante de la Alianza Verde arrojó en la prueba de alcoholemia grado tres. «En seguida se realizaron los procedimientos legales y se inmovilizó el vehículo y se le impuso el respectivo ‘comparendo'», dijo Tránsito.
Si registra grado tres de alcohol (150 miligramos o más de etanol): La licencia será suspendida por 10 años, el carro será inmovilizado por 10 días, la multa será cercana a los $14.148.000 y deberá pagar 50 horas de trabajo comunitario.
Un suceso desafortunado
Tras el incidente que le tiene el vehículo inmovilizado hasta que vayan a audiencia, el copresidente de la Alianza Verde, Rodrigo Romero, calificó el hecho como algo «desafortunado».
«Estaba jugando fútbol. Nos tomamos unas cervezas y cuando venía para el apartamento nos abordaron. Ellos hicieron el procedimiento correcto. Inmovilizaron el vehículo. Eso fue todo. No pasó nada más. Colaboré con los agentes. Ellos fueron muy respetuosos. Hicieron el procedimiento», afirmó a Vanguardia Rodrigo Romero, de la Alianza Verde.
De igual forma, reconociendo que fue un hecho desafortunado, pidió disculpas a la sociedad. «Fue un suceso desafortunado. Pido excusas a la sociedad».