La labor de los ‘Guardianes’ no pasa desapercibida y reciben el reconocimiento de la ciudad, por su valiosa contribución al medio ambiente. Ellos se convierten en un ejemplo a seguir para las generaciones futuras, inspirando a otros a cuidar y a proteger el entorno natural que nos rodea.
Hoy, 19 de mayo, el reto es en San Miguel, de manera más exacta en inmediaciones de la Quebrada El Loro. Y al frente de la titánica jornada de limpiar y de descontaminar la zona se encuentran jóvenes, voluntarios, vecinos y demás ciudadanos apasionados por el cuidado del medio ambiente.
Ellos se hacen llamar ‘Guardianes de Gaia’, evocando la expresión griega del periodo clásico de la diosa que personificaba a la Tierra. Sólo que en esta oportunidad la misión se bautizó como ‘Guardianes de la Ladera’, porque van a recuperar la escarpa que bordea al mencionado afluente.
Durante toda la mañana de hoy se limpia esa zona, que según denuncia del vecindario ya parece un gigantesco basurero. Armados con guantes, bolsas y una determinación inquebrantable, estos guardianes se concentran en esta zona de la Comuna 6 de Bucaramanga.
La idea es adentrarse en las pendientes de ese sector para recoger los desechos y escombros que han sido arrojados de manera irresponsable. A medida que avancen en su limpieza, los ‘Guardianes de Gaia’ no sólo retirarán la basura acumulada, sino que también se dedicarán a la recuperación de los entornos naturales.
¡Y ya lo han hecho en otras ocasiones! Han plantado árboles, arbustos y flores nativas, devolviendo la vida a las laderas que han sido gravemente afectadas por la contaminación y el abandono.
La comunidad, poco a poco, ha comenzado a tomar nota de la labor de estas personas comprometidas, y los vecinos se han ido uniendo a ellas en sus esfuerzos. También estudiantes, comerciantes y autoridades locales se suman a las jornadas de limpieza, convirtiéndose en una verdadera muestra de trabajo en equipo.
A medida que las brigadas pasan, las laderas de Bucaramanga comienzan a transformarse. Donde antes reinaba la desolación y la suciedad, ahora se pueden ver paisajes renovados. Los colores de las flores, el canto de los pájaros y el frescor del aire limpio son el resultado del arduo trabajo de los ‘Guardianes’.
A través de la dedicación y el compromiso, ellos demuestran que el cambio es posible cuando se trabaja en conjunto por un bien común. Las escarpas de la meseta, que alguna vez estuvieron cubiertas de basura y de desolación, ahora son símbolos de esperanza y de renovación, gracias a la labor incansable de los ‘Guardianes de las Laderas’.