El caso de agresión contra una joven mujer se presentó en el barrio Dorado al sur de Bucaramanga donde su expareja la agredió y según ella con intenciones de atentar aún más contra su integridad.
La joven de 19 años reside en el municipio de Piedecuesta, trabaja y es estudiante de una universidad de Bucaramanga. Hoy se encuentra con una incapacidad de 15 días tras recibir múltiples puños y patadas, solo una de esas agresiones quedó registrada en un video de una cámara de seguridad.
Por obvias razones, prefiere omitir su nombre. Sin embargo, la víctima le relató a Vanguardia que los maltratos y golpes los sufrió el pasado domingo 26 de mayo en horas de la madrugada.
“Estábamos con unos amigos en una ‘pesebrera’, allá estaba mi expareja con la que terminamos hace como un mes. En el establecimiento no me dijo nada, sin embargo, salimos en la madrugada del negocio con mis amigos y nos fuimos a desayunar a la Plaza Satélite”, relató la joven.
Su exnovio los siguió en una motocicleta hasta el centro de mercadeo. Al sujeto, que labora como domiciliario, lo conoce desde que ella tenía 14 años de edad, estudian en la misma universidad solo que en jornadas diferentes, terminaron la relación, pero parece que él no lo acepta.
Cuando llegó a la plaza empezó a llamarla para que saliera y se viera con él o se atenía a las consecuencias.
“Yo salí para que la situación no se complicara más, decía que iba a matar a mis amigos. Me agarró del brazo y me obligó a subir a su motocicleta, estaba como armado, tenía algo en el pantalón y para evitar que me hiciera daño me fui con él”, contó.
Cuando llegaron al barrio Dorado, al sur de Bucaramanga, la mujer le frenó la moto y se bajó del vehículo. Empezó a correr, pero el excompañero sentimental la siguió. La tomó del brazo y la intentó subir de nuevo a su moto. En ese momento le pegó un puño en el rostro.
“En la cámara solo se ve un golpe, pero en ese instante ya me había pegado otras patadas y puños. Yo les avise a mis amigos donde estaba para que me ayudaran”, recordó.
En el video de la cámara de seguridad del barrio Dorado se aprecia cuando llegan los amigos y defienden a la mujer y se la llevan en un vehículo particular.
“Yo me subí al carro con mis amigos porque temía que él me hiciera algo, por fortuna ellos me ayudaron. Ellos lo agredieron cuando él empezó a pegarles patadas al carro en el que llegaron. Luego nos fuimos, pero desde ese momento me sigue llamando, enviándome mensajes de amenazas y la familia también”, manifestó la víctima.
El caso será atendido por la Patrulla Púrpura de la Policía quienes le brindarán el apoyo psicológico y judicial a la denunciante.
“Temo por mi vida, porque no sé que pueda hacerme, pido a las autoridades que me colaboren, él sabe dónde vivo y me puede ir a buscar”, finalizó.
La Patrulla Púrpura de la Mebuc recordó a las mujeres que pueden denunciar cualquier hecho de violencia por medio de la línea 155.