El Gobierno de Estados Unidos anunció un 25 % de aranceles a varios productos de México y Canadá, mientras que con China se fijó una tasa del 10 %. Estas son las posibles consecuencias de la guerra comercial.

Lo había anunciado desde campaña y antes de posesionarse. Lo reafirmó una vez llegó a la Casa Blanca, aunque con algunos matices, especialmente frente a una posible guerra comercial con China. Pero al final, cumplió lo prometido y Estados Unidos cargará con aranceles adicionales a México, Canadá y al gigante asiático a prtir del martes, 4 de febrero.

Se trata de tres de los más importantes socios comerciales de Estados Unidos. En el caso de China, será una carga del 10 %, mientras que para México y Canadá será del 25 %. Esto bajo la justificación de que estos tres países no toman acciones para reducir el tráfico de fentanilo que ha causado al menos 75.000 muertes por sobredosis al año.

Para muchos expertos, esta fue solo una excusa de Trump para iniciar una guerra comercial contra estas tres economías que representan un tercio de las importaciones de Estados Unidos, a quienes el mandatario norteamericano culpa de los cierres de empresas locales y el desempleo en las principales ciudades. No obstante, estos mismos analistas advierten que los más perjudicados serán los consumidores estadounidenses, pues los mayores valores se trasladarán en el costo final de los productos.

México y Canadá no tardaron en reaccionar y se espera que vengan unas semanas muy tensionantes, bajo la incertidumbre de quién será el primero en ceder.

¿Cuáles son los sectores que se verían afectados por los aranceles?

Según The New York Times, los sectores automotriz y de equipos eléctricos en México son los más expuestos a los aranceles anunciados por Trump, al igual que el procesamiento de minerales en Canadá, según economistas de S&P Global.

En Estados Unidos, por su parte, los mayores riesgos afectan a la agricultura, la pesca, la metalurgia y la producción de vehículos.

Aproximadamente el 60 % del petróleo que importa Estados Unidos proviene de Canadá. Los aranceles sobre la energía canadiense, aunque más bajos que los de otras importaciones, podrían provocar un aumento en los precios en el surtidor.

Canadá ya respondió a Estados Unidos anunciando que gravará con un 25 % cerca de 155.000 millones de dólares de comercio con su vecino. Pese a ello, analistas han señalado que de mantenerse los aranceles, Canadá podría entrar en recesión en seis meses.

Los alimentos aumentarían de precio

La mayoría de los aguacates en Estados Unidos se importan de México y podrían encarecerse un par de semanas después de que los aranceles entren en vigor, o incluso, por el anuncio, las compañías podrían especular con sus precios y aumentarlos ante la demanda de la próxima semana por el Super Bowl, evento en el que el guacamole es la estrella de la mesa.

Así mismo, señala el NYT, los precios de los pepinos y los tomates también podrían aumentar en los supermercados. Por otro lado, los precios de bienes duraderos, como los vehículos, podrían tardar más en subir por el inventario en bodegas, o si las empresas esperan que los aranceles sean temporales.

Sobre los alimentos, el gobierno canadiense afectaría con aranceles al jugo de naranja de Florida, el whisky de Tennessee y la mantequilla de maní de Kentucky.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, también anunció aranceles en represalia a los impuestos decretados por el mandatario republicano.

Sin brindar detalles de la respuesta de su gobierno en materia comercial, Sheinbaum señaló que ha instruido a su secretario de Economía, Marcelo Ebrard, para que “implemente el plan B”, que incluye “medidas arancelarias y no arancelarias en defensa de los intereses de México”.

China, por su parte, no se ha referido al anuncio de Trump y aguarda con cautela lo que sucederá con el 10 % de aranceles a sus exportaciones a EE. UU.

“Queda por ver con qué rapidez las empresas están dispuestas y son capaces de aumentar sus precios”, dijo Peter Simon, profesor de economía de la Universidad Northeastern a The Wall Street Journal.

El profesor agregó que “también existe el riesgo de que se establezcan precios oportunistas, lo que significa que las empresas pueden utilizar los aranceles como excusa para aumentar los precios incluso más de lo necesario”. Un repunte de la inflación en Estados Unidos, sostuvo, es un “resultado inevitable” de los aranceles.

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