El embajador colombiano en Brasil, Guillermo Rivera, se limitó a decir que no tenía “autorización para hablar sobre los temas de Venezuela”, destacando únicamente la solidez de la relación bilateral entre Colombia y Brasil.

Los cancilleres de Colombia, Luis Gilberto Murillo, y Brasil, Mauro Vieira, evitaron abordar públicamente la crisis en Venezuela durante una declaración realizada este jueves en Bogotá.

La declaración, que se llevó a cabo sin convocatoria a medios y fue divulgada por la Cancillería colombiana, se produjo tras una reunión a puertas cerradas entre ambos diplomáticos en el Palacio San Carlos, sede de la Cancillería de Colombia.

La visita de Vieira a Bogotá se dio un día después de una conversación telefónica entre los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en la que discutieron sobre la situación en Venezuela.

Sin embargo, tras el encuentro entre los cancilleres, la única mención indirecta al tema provino de Murillo, quien comentó vagamente sobre “el avance en lo que tiene que ver con la relación de las consultas políticas para asuntos globales, asuntos regionales y las tareas que tienen nuestras misiones diplomáticas”.

A la salida de la Cancillería, el embajador colombiano en Brasil, Guillermo Rivera, se limitó a decir que no tenía “autorización para hablar sobre los temas de Venezuela”, destacando únicamente la solidez de la relación bilateral entre Colombia y Brasil.

El contenido de la conversación telefónica del miércoles entre los presidentes Petro y Lula se mantuvo en términos confidenciales, según una fuente cercana al Gobierno de Colombia. No obstante, ambos mandatarios han delineado propuestas para abordar la crisis en Venezuela.

Lula sugirió la formación de un gobierno de coalición que incluya tanto a chavistas como a opositores o la realización de nuevas elecciones, mientras que Petro planteó la creación de un “frente nacional” como una medida transitoria hacia una solución definitiva, evocando un modelo similar al que Colombia utilizó para resolver sus propias crisis políticas en el siglo XX.

En cuanto a la agenda bilateral, esta fue la segunda reunión entre los cancilleres en menos de un mes, luego de que Murillo visitara Brasilia el 25 de julio, justo antes de las elecciones en Venezuela. Durante la reunión, los diplomáticos revisaron temas de comercio, tecnologías de la información, medioambiente y agricultura, y discutieron la próxima cumbre de biodiversidad (COP16) que se celebrará en octubre en Cali, Colombia.

Murillo destacó el apoyo de Brasil y otros países megadiversos para la realización de la COP16 y reiteró la importancia de la participación del presidente Lula en el evento. Por su parte, Lula extendió una invitación a Petro para asistir a la Cumbre de líderes del G20 que se llevará a cabo en Río de Janeiro en noviembre.

Con información de EFE.

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