En los últimos cinco años, las vías de Bucaramanga y las de los municipios vecinos del área metropolitana han sido los escenarios de un alarmante aumento en el número de muertes relacionadas con accidentes de tránsito. ¿Por qué tanta mortalidad en dichos siniestros?
Entre los años 2019 y 2023, Bucaramanga pasó de 10 a 14 víctimas fatales en accidentes de tránsito por cada 100 mil habitantes, lo que representó un aumento del 40 %.
Así lo reveló el Informe de Calidad de Vida, elaborado por el programa ‘Bucaramanga Metropolitana Cómo Vamos’, BMCV, entidad que tuvo en cuenta la información suministrada por la propia Dirección de Tránsito Local.
Mientras tanto, en el promedio de los cuatro municipios del área metropolitana el aumento fue del 6 % en el mismo periodo de cinco años.
Aunque la tasa de accidentalidad se redujo levemente en el último año en el área, hay que decir que el incremento sostenido de víctimas fatales resalta la gravedad de los accidentes que siguen ocurriendo.
¿Y los lesionados?
En el tema de los lesionados en accidentes de tránsito, la capital santandereana, en ese mismo periodo de años, tiene la mayor tasa de lesionados, con 303,16 por cada 100 mil habitantes, lo que equivale a 1.864 víctimas.
Esta última cifra evidencia una reducción de 12 % respecto al año anterior, representando el 71,34% del total en el área metropolitana.
Le sigue Piedecuesta, con una tasa de 169,37 (aumentó 72 % respecto al 2022); y los municipios con menor tasa son Girón y Floridablanca con 92,28 (aumentó el 13 %) y 78,83 (disminuyó 5 %) de manera respectiva.
¿Qué es lo que está sucediendo?
Violar los límites de velocidad, una infraestructura vial deficiente, conducir en estado de beodez, las imprudencias y la falta de pericia al volante, así como la escasa cultura ciudadana al infringir normas del Código Nacional de Tránsito aparecen como las principales causas de esta fatalidad en los siniestros. (Ver recuadro).
El programa BMCV les recomienda a las autoridades del área metropolitana ‘tomar cartas en el asunto’ y redoblar las campañas de educación vial, tanto en la capital santandereana como en Girón, Floridablanca y Piedecuesta.
Cada vida perdida en las carreteras de Bucaramanga o en los municipios vecinos en los últimos cinco años, de manera literal, es una tragedia que pudo haberse evitado.
Las soluciones están a la vista, pero solo con un compromiso firme por parte de todos los actores involucrados se podrá reducir este preocupante número de muertes en las vías del área metropolitana.
Top 5 de las causas de la siniestralidad
1. Una de las principales causas de estos accidentes tiene que ver con el exceso de velocidad. En zonas como la autopista Floridablanca-Bucaramanga o la carretera que une a Girón con Piedecuesta, la falta de controles permanentes y la imprudencia al volante han convertido estos trayectos en escenarios de tragedia.
2. El consumo de alcohol sigue siendo un factor determinante en los accidentes. A pesar de los esfuerzos por implementar controles de alcoholemia en las principales vías de Bucaramanga y en sus alrededores, el número de conductores que manejan bajo los efectos del alcohol es preocupante.
3. Si bien la velocidad es un factor relevante, la infraestructura vial también juega un papel crucial. En varias intersecciones y avenidas de Bucaramanga, la señalización es escasa o está mal diseñada, lo que incrementa el riesgo de colisiones. Además, las grietas, baches y desniveles contribuyen a la inestabilidad de los vehículos, en especial de motocicletas, uno de los medios de transporte más utilizados en la ciudad.
4. Otro factor que no puede pasarse por alto es el mal comportamiento de los conductores en la vía. Según las estadísticas locales, los motociclistas representan un alto porcentaje de las víctimas fatales en accidentes por ser imprudentes con el volante. El no uso del casco, maniobras peligrosas y la invasión de carriles exclusivos para otros vehículos son comportamientos frecuentes que ponen en riesgo, tanto a los conductores como a los peatones.
5. La cultura vial en el área metropolitana es, en muchos casos, deficiente. Conductores de automóviles, motociclistas y peatones parecen desconocer o ignorar las normas de tránsito.