En plena calle 36 con carrera 25 se ven cables que podrían generar accidentes, tanto a peatones como a conductores y ciclistas.
Sobre la calle 36 con carrera 25, en pleno centro de Bucaramanga, fue registrado gráficamente otro cable suelto que pende a escasos metros del suelo, representando un grave riesgo para transeúntes, conductores y demás actores viales.
La ciudadana Yany León Castañeda, quien hizo pública la situación, calificó este tipo de descuidos como “trampas mortales” que ponen en peligro la vida de los ciudadanos.
“No podemos seguir expuestos a ese tipo de riesgos. Hoy es un cable, mañana puede ser una persona muerta. Es urgente que se tomen correctivos”, expresó.
La denunciante hace un llamado a las autoridades competentes, así como a las empresas responsables del tendido de redes públicas, para que realicen las inspecciones y correctivos necesarios de manera inmediata, evitando posibles accidentes en una zona de alto flujo peatonal y vehicular como la calle 36.
Ella recordó que, en distintos barrios, cables de telefonía, internet y televisión siguen colgando de postes, fachadas y cruces viales, sin ninguna señalización ni intervención oportuna.
Además, citó la muerte de Diego Fernán Gutiérrez Valderrama, un joven motociclista de apenas 28 años, quien en mayo pasado falleció justo con una trampa urbana. El joven circulaba por una vía principal del barrio Campo Hermoso cuando una tractomula, al pasar por el carril contrario, reventó uno de estos cables colgantes. El alambre quedó tensionado y, como una guillotina improvisada, atrapó el cuello del motociclista, provocándole la muerte inmediata y dejando una escena dantesca que marcó a los testigos para siempre.
Pese al clamor ciudadano, no se conoce un plan concreto por parte de las empresas de servicios para identificar y desmontar esos cables. Mientras tanto, cientos de transeúntes, ciclistas y motociclistas se mueven bajo el riesgo de una nueva tragedia.
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