Corinthians amplió su leyenda: tercera Libertadores seguida y sexta en general, tras una intensa final ante el Deportivo Cali.
El Corinthians conquistó su sexta Copa Libertadores Femenina al superar al Deportivo Cali en una dramática definición por penales en el estadio Florencio Sola de Banfield. Tras un 0-0 en el tiempo reglamentario, el conjunto paulista se impuso desde los doce pasos y revalidó su dominio absoluto en el continente.
Deportivo Cali, la gran revelación
El equipo dirigido por Jhon Ortiz afrontó su primera final de Libertadores y lo hizo con carácter y orden, llevando al poderoso Corinthians al límite. Las caleñas defendieron con inteligencia y mostraron una de las estructuras defensivas más fuertes del campeonato: apenas dos goles recibidos en seis partidos.
La joven arquera Luisa Agudelo, de tan solo 18 años, volvió a ser una de las figuras del torneo. Sus atajadas mantuvieron con vida al Cali durante los 90 minutos.
Camino hacia la final soñada
El Deportivo Cali llegó invicto hasta la gran final tras superar una fase de grupos exigente, en la que venció a Nacional de Uruguay (1-0) y Universidad de Chile (2-0), y empató ante Libertad (1-1).
Luego eliminó al Sao Paulo y al Colo-Colo por penales, mostrando temple y resistencia ante equipos con experiencia en estas instancias.
Ese recorrido confirmó la madurez del proyecto liderado por Ortiz, que supo construir un grupo competitivo pese a la juventud de varias de sus jugadoras.
Orgullo santandereano y colombiano
Las santandereanas Belkis Niño y Zharick Montoya tuvieron una destacada actuación durante todo el torneo. Su entrega y liderazgo fueron determinantes para que el Cali compitiera de igual a igual ante uno de los gigantes del fútbol femenino mundial.
Aunque el título no llegó, su aporte fue esencial para consolidar una campaña histórica que dejó al club colombiano en lo más alto del reconocimiento continental.
Un subcampeonato con sabor a futuro
El Deportivo Cali se despidió de Buenos Aires con la cabeza en alto y la certeza de haber dado un paso gigantesco en su historia. En apenas su primera final, el conjunto verdiblanco mostró que el fútbol femenino colombiano tiene presente y, sobre todo, futuro.
La derrota por penales ante Corinthians no opaca el mérito de un grupo que ilusionó a todo un país y que dejó la sensación de que, tarde o temprano, volverá a luchar por la gloria continental.