Con su espíritu pionero y determinación inquebrantable, Diana Burco vuelve a desafiar las expectativas con su nuevo álbum “Karma” y abre puertas para las generaciones futuras. Su música, como un río que fluye hacia lo desconocido, invita a todos a sumergirse en un viaje sonoro inolvidable.
En el vibrante escenario musical, Diana Burco emerge como una fuerza imparable, que desafía no solo las convenciones de género en el vallenato, sino también trascendiendo fronteras musicales con su más reciente álbum “Karma”, lanzado en octubre de este año.
En conversación con Vanguardia, Diana reflexionó sobre su trayectoria, desde el lanzamiento de su primer álbum homónimo en 2018 hasta la creación de “Río Abajo” en 2021. Con sinceridad, la artista compartió sus miedos iniciales al lanzar su debut y el largo camino que ha recorrido para llegar a donde está.
“Mi primer álbum fue un regalo enorme. Al principio, fue muy solitario porque era difícil entender quién te cree, quién entiende esto. Pero gracias a mi determinación, me aventuré en el mundo del vallenato, convirtiéndome en la primera mujer en hacerlo”, afirmó Burko. La nominación de su primer álbum marcó un hito significativo y abrió puertas para otras mujeres, no solo en el vallenato sino también en diversos ámbitos creativos.

La artista, nacida en Bucaramanga, reconoció la importancia de contar la propia historia y, por ende, asumir el rol de compositora. “Nosotras debemos escribir nuestra historia. A veces se quejan de que las mujeres no eran visibles en la música porque la historia la contaba un hombre. Pero ahora, las mujeres deben contar su propia historia, y eso es lo que estamos haciendo en la música y más allá”, expresó con convicción.
El segundo álbum de Burco, “Río Abajo”, es descrito como un trabajo más experimental y ecléctico. La influencia de la región del Cesar y los Montes de María se destaca en el sonido del acordeón y la cumbia, explorando el viaje aventurero y viajero de la artista. La inclusión de una cumbia en el álbum refleja su conexión con las raíces musicales tropicales.
El reconocimiento en el Grammy Latino, nominada en la categoría de Tropical Contemporáneo, junto a artistas destacados, confirma que el sonido de Diana Burco trasciende fronteras. La artista compartió su satisfacción al sentirse respaldada por un creciente movimiento de mujeres en la música que buscan crear, grabar y escribir sus propias canciones.
Con su característico sentido del humor, Diana reflexionó sobre el proceso de creación del álbum y la colaboración con diversos artistas. Destacó la canción “Churrito Lindo”, una elegante colaboración con El Meke,, como un cortejo directo a los hombres. La puesta en escena, que incluye regalar rosas a los hombres durante la canción, añade un toque distintivo y desafiante.
El viaje de Diana Burco no solo es musical, sino también espiritual. “Es un diario de autoconocimiento y autoreconocimiento”, compartió la artista. Su dedicación a comprender cada canción y concepto, respaldada por un equipo de trabajo sólido y el apoyo de la disquera Codiscos, ha llevado a la creación de un álbum que va más allá de lo musical.
¿Cómo le llega este “Karma”?
“Este es mi tercer álbum, un proyecto lleno de cumbias elegantes, un concepto que he denominado así. Cada canción que escribía o encontraba me guiaba en la dirección de lo que quería expresar. Siempre he sentido que el amor es el motor que nos impulsa a todos, a veces nos causa dolor, otras veces alegría. Pero creo que a medida que uno se vuelve más consciente y trasciende, definitivamente recibimos lo que damos.
“Llegó entonces la canción “Karma”, la única que no escribí yo. Está escrita por cinco mujeres muy talentosas, quienes me mostraron la luz y me hicieron entender que esto es karma. Estoy muy contenta con el resultado y creo que la gente podrá conectarse rápidamente con este concepto”.
¿Ha vivido el karma en la vida real?
“Estaba pagando un karma porque había actuado mal, algo que todos hemos hecho y nos han hecho también. Pero me tomó tiempo, no fue inmediato. Internamente, me preguntaba qué me estaba pasando. Las canciones siempre me han ayudado a liberar y sanar muchas cosas. En mi último álbum, encontrarán diferentes tipos de amor kármicos y también la importancia de entendernos a nosotros mismos.
No todo es malo, también suceden cosas muy buenas, eso también es parte del karma. Son como los pétalos de una rosa. Hay una canción en particular que se ha vuelto un punto clave para mí, se llama ‘Besitos Elegantes’. Esta canción habla del amor propio. Me hizo darme cuenta de que no puedes darle amor a nadie si no te amas a ti mismo primero”.

¿Cuál ha sido su mayor “karma”?
“Cometer errores es una parte inevitable de la vida. En mi caso, uno de los errores más grandes que cometí fue no dedicarme a estudiar música desde el principio. En lugar de eso, me llené de otras cosas, cultivando el arte en mí de diferentes maneras. Sin embargo, con el tiempo, comencé a apreciar la música colombiana, escuchándola y reconociendo la magia que tiene.
A pesar de mi juventud, he llegado a entender que hay valores que trascienden lo material o el éxito económico. Me refiero al misticismo y la belleza inherente en nuestra música colombiana. Me conecté profundamente con estos aspectos para poder determinar cómo quería que sonara mi acordeón. Me di la oportunidad de explorar esto y, finalmente, de compartirlo. Creo que esta es una de las formas más auténticas de apreciar y contribuir a la rica tradición musical de Colombia”.
¿Qué es lo novedoso de este álbum?
“Este nuevo álbum es un intento de conectar con un público más amplio, adoptando un sonido más comercial. Aprecio este cambio y lo abrazo con cariño. Al principio, mis primeros dos álbumes eran muy personales, eran mi tesoro, mi don. Estoy agradecida por haber tenido la oportunidad de crear algo tan íntimamente mío.
En este negocio, estás expuesta y trabajas con mucha gente, viendo muchos productos de referencia que pueden desviarte de tu camino. Sin embargo, creo que el sonido propio es lo más importante. Es un reflejo de quién eres como artista. Así que, a pesar de los cambios, siempre me esfuerzo por mantenerme fiel a mi sonido, acercándome a lo que realmente soy. Este álbum es un testimonio de ese viaje”.

El acordeón es su elementos fundamental, ¿cómo ha influido en su música?
“Este álbum es una realización preciosa para mí. Combina sonidos únicos y elegantes, creando un concepto que abraza y hace únicas a las canciones. Una de ellas se llama “Cumbitas”, que representa este concepto. Artistas como Julieta Venegas, que se destacó con su acordeón, han sido una inspiración para mí. Me motivaron a decir: “Yo toco mi acordeón, yo salgo con mi acordeón”. Me impulsaron a seguir adelante, a alcanzar un nivel de reconocimiento, siempre avanzando, sin dar un paso atrás. Las inspiraciones de Santander también han jugado un papel crucial en mi viaje musical. La rica cultura y la vibrante escena musical de la región han influido en mi estilo y en la forma en que toco mi acordeón. Todo esto se refleja en mi música, en cada nota que toco en mi acordeón. Es un homenaje a mis raíces y una expresión de mi identidad musical”.
¿Cómo se siente ahora tras sus éxitos pasados, nominada incluso al Grammy, con la forma en que ha llevado su carrera musical?
“Definitivamente, creo que este camino que he elegido requiere mucha valentía, constancia y “berraquera”, que es la palabra perfecta para describirlo. Se trata de sostener una idea que para todos es familiar y creer en ella a toda costa.
Recuerdo que había días y momentos en los que pensaba: “Si yo no creo en mí misma, no puedo esperar que alguien más lo haga”. Por lo tanto, he aprendido a creer en mí misma y en mi música, a pesar de las dificultades y los desafíos. Esta convicción en mí misma y en mi trabajo es lo que me impulsa a seguir adelante”.