En el afluente se han formado extensas playas que dejan problemas de navegabilidad para transportadores, poblaciones pesqueras, agricultoras y areneros.
El fenómeno de El Niño se siente con fuerza en el río Magdalena. La actual sequía que aflige al afluente más importantes del país se ha transformado drásticamente en su paso por Barrancabermeja, en donde se aprecian vastas extensiones de playas de arena y material de arrastre, en sectores en los que antes fluían sus caudalosas aguas.
Los niveles del río Magdalena durante el primer mes del año, han caído estrepitosamente, manteniéndose por debajo de los 2 metros de la cota de desbordamiento. Los registros dan cuenta que, a comienzos de mes, el río tenía una altura que alcanzaba los tres metros, pero al intensificarse el fenómeno de El Niño, logró su nivel más bajo el pasado 23 de enero, cuando se situó en 1,25 metros.

“Particularmente, durante el mes de enero, hay una tendencia significativa de reducción de niveles particularmente del Magdalena a su paso por el departamento de Santander, allí en Barrancabermeja y Puerto Wilches, donde tenemos estaciones, se han presentado reducciones”, advirtió Andrés Bernal, subdirector de hidrología de Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam.
Los bajos caudales han generado alertas y monitoreos constantes sobre el afluente por parte de la Corporación del Río Grande de la Magdalena, Cormagdalena, que anunció acciones de vigilancia constante. “Incrementamos los monitoreos al afluente, a partir de los cuales se brindará información oportuna a los usuarios de la hidrovía, con el fin de que puedan realizar sus tránsitos por zonas más profundas”, informó la entidad.

Si bien, en los últimos días se han registrado ligeras lluvias que aumentaron el nivel del río a la altura del Puerto Petrolero llegando a 1.54 metros durante el día viernes 2 de febrero, se prevé que en lo que resta de mes, se recrudezcan los efectos del fenómeno de El Niño por lo que no se descarta un mayor descenso.
Los efectos de El Niño
El efecto de la sequía ha generado consecuencias directas en la economía que se mueve a través del río Magdalena, en Barrancabermeja. Los más afectados son comunidades campesinas, de pescadores y mineros artesanales que ven como los canales navegables por los que en otrora transportaban el sustento diario, en muchos casos se han cerrado en su totalidad.

Emilio Méndez, líder de la comuna uno del puerto petrolero, en donde sus habitantes dependen en un 90 % de la economía del río, asegura que los efectos de El Niño mantienen a esta población en condiciones críticas, ante la imposibilidad de transportarse por el brazo del río Magdalena que conecta con el caño Juan Esteban, a la altura del barrio Arenal.
“Estamos viviendo una situación crítica, esta comuna que es la del río, cuando hay condiciones normales es autosostenible, porque acá la gente vive de la pesca, de la arena o de los alimentos que cultivan en algunas playas del río Magdalena; pero por El Niño, estamos de brazos cruzados, la gente no puede buscar su sustento, hay personas que no pueden sacar sus cosechas, y hasta los pescadores porque van a pescar muchos de los canales están taponados”, expresó.

Por su parte, la situación de los areneros presenta dos panoramas; por un lado, aquellos que están asociados y cuentan con título minero, dicen que el bajo nivel del afluente los favorece, ya que facilita la captación de arena que extraen del río cerca de una enorme playa que se ha formado frente a las instalaciones de la Armada.
“Estamos sacando 63 metros en la mañana, ahora que el río está así estamos bien, pero cuando se crece no nos va tan bien; a nosotros realmente esto sí nos ha favorecido”, expresó Ariel García, arenero.
Sin embargo, la situación que viven los mineros artesanales que no están organizados, es crítica. Desde hace semanas dicen estar “varados”, ya que la sequía ha taponado el brazo del río Magdalena que les permite transportar sus canoas cargadas hasta el sector de la repunta del barrio Arenal, en donde descargan y venden el producto.
“Estamos de brazos cruzados; nosotros tenemos otro punto para extraer arena que nos obliga a bajar con las canoas por el brazo del río que da con el sector de la repunta y eso está taponado; tenemos todo parado y no hemos podido laborar para ganar nuestro sustento”, dijo Francisco Borja, arenero.
Ludwing Gómez, secretario de Medio Ambiente, precisó que como una solución urgente se ha solicitado a Cormagdalena que intervenga el canal navegable para que los areneros artesanales, pescadores y agricultores puedan desarrollar sus labores y generar su sustento diario.
“Desde el año pasado no hacen explotación de arena y esto se debe a la situación del río y al taponamiento que hay en uno de sus brazos. Ya estuvimos haciendo gestiones con Cormagdalena y buscar soluciones; en próximos días estaremos en una visita técnica de campo con el personal de esta entidad y el contratista del dragado para que le demos navegabilidad a esta parte del río y ellos puedan activarse económicamente”, precisó el funcionario.
Son cerca de 200 areneros los que se ven afectados por esta situación.