El hijo de una leyenda del vallenato protagonizó un escándalo que terminó en captura y medida de aseguramiento. El episodio ocurrió en un reconocido casino de Valledupar y dejó sorprendidos a quienes lo presenciaron.

La noche en Valledupar, cuna del vallenato, se tornó caótica cuando el nombre de una de sus familias más representativas volvió a los titulares, esta vez no por su legado musical, sino por un escándalo judicial. Jorge Luis Oñate Zuleta, hijo del fallecido ídolo del folclor Jorge Oñate, fue capturado por la Policía Nacional tras un bochornoso episodio ocurrido en el casino Mirage, ubicado en una de las zonas comerciales más concurridas de la capital del Cesar.

Lo conocen en el mundo artístico como “Huracán”, apodo heredado por su temperamento indomable. Y esa fuerza, que en algún momento canalizó en la música, esta vez estalló en una escena de descontrol y violencia. De acuerdo con el parte oficial entregado por las autoridades, Oñate Zuleta ingresó al establecimiento como cualquier otro cliente, pero en cuestión de minutos el ambiente cambió drásticamente: exaltado y fuera de sí, el hombre destrozó parte del mobiliario del casino, incluyendo la cúpula de una ruleta Gold Club Plus, a la que golpeó repetidamente con una silla.

El escándalo no terminó con los daños materiales. Cuando la patrulla policial llegó al lugar para atender el llamado del personal de seguridad, Oñate Zuleta, lejos de cooperar, adoptó una actitud agresiva. Testigos del hecho relataron que insultó y amenazó a los uniformados, centrándose especialmente en una patrullera, a quien habría intimidado verbalmente con expresiones que no solo eran ofensivas, sino amenazantes.

Los agentes lograron reducirlo y conducirlo hasta la estación de Policía, desde donde fue remitido ante el sistema judicial. La situación se tornó aún más delicada cuando el Juzgado 14 Penal Municipal de Valledupar legalizó su captura y ordenó medida de aseguramiento intramural mientras avanzan las investigaciones. Se le imputan cargos por daño en bien ajeno, amenazas e irrespeto a la autoridad.

Un apellido pesado y una vida en la sombra del ídolo

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El escándalo no terminó con los daños materiales. Cuando la patrulla policial llegó al lugar para atender el llamado del personal de seguridad, Oñate Zuleta, lejos de cooperar, adoptó una actitud agresiva. Testigos del hecho relataron que insultó y amenazó a los uniformados, centrándose especialmente en una patrullera, a quien habría intimidado verbalmente con expresiones que no solo eran ofensivas, sino amenazantes.

Los agentes lograron reducirlo y conducirlo hasta la estación de Policía, desde donde fue remitido ante el sistema judicial. La situación se tornó aún más delicada cuando el Juzgado 14 Penal Municipal de Valledupar legalizó su captura y ordenó medida de aseguramiento intramural mientras avanzan las investigaciones. Se le imputan cargos por daño en bien ajeno, amenazas e irrespeto a la autoridad.

Un apellido pesado y una vida en la sombra del ídolo

Jorge Luis Oñate Zuleta ha sido, por años, una figura controvertida. Hijo del legendario Jorge Oñate, cuya voz marcó a generaciones enteras con canciones como No comprendí tu amor y Nido de amor, el “Huracán” nunca logró consolidar una carrera propia al nivel del apellido que lleva. Aunque ha intentado incursionar en la música vallenata, su presencia en el medio ha estado más ligada a escándalos y rumores que a logros artísticos.

Fuentes cercanas a la familia afirman que la muerte de su padre en 2021 fue un golpe profundo del que nunca se recuperó del todo. Desde entonces, ha atravesado episodios de inestabilidad emocional y ha protagonizado algunos altercados menores que no pasaron a mayores… hasta ahora.

El caso de Jorge Luis reabre una discusión que ha cruzado el mundo del espectáculo en los últimos años: ¿qué ocurre con los herederos de los grandes íconos cuando la fama y la exigencia pública recaen sobre ellos sin haber sido plenamente buscadas?

Sociólogos y críticos culturales coinciden en que el peso simbólico de apellidos como Oñate, Díaz o Zuleta no solo construye oportunidades, sino también presiones sociales difíciles de manejar, sobre todo cuando los protagonistas no cuentan con una red de apoyo sólida.

“Este es un fenómeno que hemos visto en otras dinastías vallenatas”, comenta la periodista cultural Diana Pabón. “Son jóvenes que cargan con la sombra del éxito de sus padres, y cuando no logran replicarlo, en ocasiones caen en excesos o conductas autodestructivas”.

La noticia de la captura de “Huracán” generó reacciones mixtas en redes sociales. Algunos seguidores del legado Oñate pidieron comprensión frente a lo que consideran un momento de crisis personal. Otros, en cambio, exigieron que la ley se aplique con rigor y sin privilegios.

“No podemos justificar actos violentos solo porque venga de una familia famosa”, escribió un usuario en X. “Hay que respetar a la autoridad, venga de quien venga”.

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