Este lunes, el presidente invitó a desayunar a algunos de los senadores que buscan archivar la polémica reforma del sector. ¿Asistirán? Las recusaciones son el as bajo la manga.

El presidente Gustavo Petro atraviesa uno de los momentos más tensos en su relación con el Congreso. Su controvertida reforma a la salud, que se llevó por delante a los ministros Carolina Corcho, Cecilia López, Alejandro Gaviria y José Antonio Ocampo, todos por motivos relacionados, tiene a Petro contra la pared y puso a prueba su poder frente al Legislativo.

Las próximas horas serán definitivas para su iniciativa, hoy virtualmente hundida en la Comisión Séptima del Senado. Allí, nueve de 14 senadores consolidaron una mayoría y esta semana le propinaron un golpe certero al Gobierno al firmar la proposición de archivo. Es decir, pretenden enterrar el proyecto de una vez por todas sin que sea sometido a la plenaria del Senado.

El ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, fue el más sorprendido con lo ocurrido. De hecho, la senadora Berenice Bedoya, presidenta del partido ASI, quien votó varias veces junto con el Pacto Histórico, se unió al grupo que desea archivar la iniciativa. “No lo esperábamos”, le dijo Velasco a sus más cercanos asesores. La presidenta de la Comisión Séptima, Martha Peralta, del Pacto Histórico, le dijo a SEMANA que sabía que varios de sus compañeros firmarían la proposición de archivo.

Sin embargo, reconoció que nunca imaginó que fueran nueve. La cifra, realmente, es demoledora. Además, ese grupo de senadores fue tan vehemente y se expuso de tal manera ante la opinión pública, que los calificó como héroes por salvar el sistema de salud, que la tienen muy difícil si se echan para atrás. Tendrían la lupa encima.

Ante el adverso escenario, Petro se ha reunido dos veces con Velasco buscando una salida. En una de ellas estuvo en su despacho con la directora del Dapre, Laura Sarabia, la senadora María José Pizarro, el representante David Racero y el director de Planeación, Alexánder López. Al círculo más cercano del presidente le quedó claro, en ese comité de crisis, que hay angustia por la reforma. Petro quiere alternativas para salvarla. Por eso, jaló orejas, apretó tuercas y puso tareas.

Pizarro y Racero deben tratar de acercarse a los nueve senadores, al igual que Velasco y López. El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, no está al frente de la estrategia política. SEMANA conoció que este jueves la asistente de Sarabia llamó vía telefónica a varios senadores que firmaron la ponencia de archivo. La funcionaria los invitó a un desayuno privado con Petro para este lunes. Así también se lo confirmó Velasco a este medio. Aunque el ministro no dio nombres, contó que algunos de los congresistas asistirían. Sin embargo, la mayoría no piensa acudir. El único que no le respondió a SEMANA fue Miguel Ángel Pinto.

Finalmente, este lunes se sabrá quiénes de los llamados “héroes” van a pisar el palacio presidencial y si, de un momento a otro, van a cambiar de opinión. El tiempo corre en contra de la Casa de Nariño, donde el desespero es inocultable. Los funcionarios tienen dos semanas para moverse políticamente y hacer el lobby necesario en un plan que parece fallido. “Haremos lo inmensamente posible”, reconoció Velasco.

Shares:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *