Una sentencia del Tribunal Administrativo de Santander le ordena al Concejo de Bucaramanga respetar el mandato de alternancia y garantizar un espacio para las mujeres en la mesa directiva de esa corporación.
Un fallo de primera instancia del Tribunal Administrativo de Santander ordenó declarar nula la elección de Andrés Felipe Díaz Arévalo como primer vicepresidente del Concejo de Bucaramanga, por el no cumplimiento en esa corporación del principio de alternancia sucesiva entre hombres y mujeres, establecido en el estatuto de oposición.
Esta disposición se describe en el artículo 18 de la Ley 1909 de 2018, que garantiza la participación de la oposición en las mesas directivas de las corporaciones de elección popular como el Concejo o la Asamblea.
La demanda de nulidad electoral fue interpuesta por la concejal Daniela Torres, quien actualmente es la única mujer del cabildo municipal y hace parte de la bancada de la Alianza Verde. Como en los últimos dos años la vicepresidencia (espacio que se le garantiza a la oposición) estuvo en manos de un hombre, Torres aseguró que el próximo año (2026) le debía corresponder a una mujer.
La acción legal tuvo como coadyuvantes a las congresistas Catherine Juvinao y Katherine Miranda, quienes junto a Torres advirtieron que esta norma “no es un mero capricho del legislador”, sino un esfuerzo para que haya “una participación equilibrada y efectiva de las mujeres en los órganos de dirección de los concejos municipales”.
El fallo del Tribunal Administrativo de Santander les dio la razón a las demandantes y ordenó, además, “realizar nuevamente la elección del cargo a primer vicepresidente de la mesa directiva” del Concejo de Bucaramanga, “teniendo en cuenta el mandato de alternancia entre hombres y mujeres previsto en el artículo 18 de la Ley 1909 de 2018 y la interpretación que de éste se hace en la parte motiva de la presente providencia”.
Esto no afecta la elección de Robin Hernández Reyes como presidente del Concejo para 2026, ni la de Luis Eduardo Ávila Castelblanco como segundo vicepresidente.
Torres busca de esta manera llegar a la vicepresidencia del cabildo, al ser ella la única mujer y además ser arte de la bancada de oposición.
Los motivos del fallo del Tribunal
El fallo del Tribunal Administrativo de Santander advirtió, como lo habían expuesto las demandantes, que “la alternancia no es un privilegio, sino una obligación jurídica derivada de la igualdad material, y su incumplimiento constituye una forma de exclusión que el derecho no puede tolerar”.
El concejal Andrés Felipe Díaz Arévalo defendió su elección en la mesa directiva explicando que su representación en la corporación municipal constituía un acto de representación de la comunidad LGBTIQ+ y garantizaba la inclusión y la diversidad en los espacios de poder y de representación política.
Díaz Arévalo agregó que el espacio que le correspondía a Torres en la mesa directiva del Concejo era el de la vigencia 2025, pero ella no aceptó dicha postulación y se la cedió al concejal Nelson Mantilla Blanco.
No obstante, para el Tribunal Administrativo de Santander, el hecho de que ella cediera su lugar en la mesa directiva del 2025 “no le hace perder el derecho que le asiste a la única mujer que ocupa una curul (…) y que, además, pertenece a una organización política declarada en oposición”.
Además, la sentencia advierte que, aunque el concejal Andrés Felipe Díaz Arévalo es abiertamente homosexual, el mandato de alternancia no se instituyó como una cláusula de inclusión de minorías o de condiciones sociales diversas, sino “como una medida afirmativa de discriminación positiva hacia las mujeres”, grupo social que incluye tanto a las mujeres cisgénero como a las mujeres transgénero.
Torres indicó que está pendiente de las determinaciones que se tomen a partir de ahora en el Concejo de Bucaramanga, para cumplir lo dispuesto en el fallo, al tiempo que insistió en que este es un triunfo para las mujeres de la ciudad, en donde aún hay mucho por hacer para que se ganen más espacios en la política y se logren cerrar las brechas de género.