Este espacio público, en el que se invirtieron $1.068 millones para su recuperación y transformación, registra caos y ocupación irregular de senderos peatonales debido al parqueo de vehículos en zona prohibida.
A pesar de la millonaria inversión y de los esfuerzos realizados para lograr el despeje y la transformación de este espacio público en el parque de Los Niños de Bucaramanga, actualmente la Calle de Las Letras luce como uno de los más grandes parqueaderos informales de la ciudad.
El proyecto que se emprendió desde hace cerca de cinco años para realzar el entorno de la Biblioteca Pública Gabriel Turbay, exactamente sobre la calle 30 entre las carreras 26 y 27, terminó convertido en un área de estacionamiento irregular.
Visitantes de dicho epicentro cultura de la ciudad y del parque Los Niños manifestaron a Vanguardia que la zona permanece invadida diariamente por decenas de automotores, motos y automóviles, que son parqueados allí durante horas.
Se pierde el espacio recuperado
Luego de meses de anuncios y acercamientos con comunidades, desde abril de 2017 se pusieron en marcha las labores de pedagogía sobre la peatonalización de la vía localizada entre la biblioteca y el parque Los Niños.
Las autoridades restringieron el paso de vehículos e hicieron adecuaciones con el fin de priorizar el paso de peatones, zonas de descanso y mobiliario público para el deleite de los visitantes.
En la zona se instaló urbanismo táctico y se implementaron controles rigurosos para impedir el parqueo indebido de vehículos.
Posteriormente, en octubre de 2019 la Alcaldía de Bucaramanga inició trabajos de construcción, por un valor cercano a los $1.068 millones, para transformar este espacio público y modernizar su sistema de alumbrado.
Se prometió un lugar sin tránsito vehicular, con mobiliario confortable para los usuarios y visitantes, especialmente acondicionado para leer, estudiar y contemplar el parque. En octubre de 2020 fue entregada oficialmente a la ciudad la denominada Calle de Las Letras.
¿Qué pasó con el control de Tránsito?
Conforme con lo indicado por la administración municipal, luego de las obras ejecutadas quedó restringido por completo el paso de automotores, salvo aquellos vehículos necesarios para eventos realizados en la parroquia Nuestra Señora de Fátima, como el caso de actos fúnebres.
En las visitas realizadas por Vanguardia durante la última semana no se observaron controles por parte de las autoridades locales en la zona. De hecho, ante la falta de operativos ya existen personas que cobran a los conductores que utilizan este parqueadero irregular.
Esta situación fue reportada ante Carlos Bueno, jefe de la Dirección de Tránsito de Bucaramanga. A pesar de que esta redacción le escribió y llamó al funcionario, hasta el cierre de la presente publicación no hubo declaraciones por parte del mismo.