El Ministerio Público del país acusó a Erika de Souza Vieira Nunes de actuar de manera consciente y voluntaria, pues la mujer evidenciaba un “desprecio y falta de respeto hacia su tío”, quien estaba muerto.

En abril, se conoció un curioso caso en Brasil, donde una mujer identificada como Érika de Souza Vieira Nunes, de 42 años, llevó un cadáver a una entidad bancaria, en de Bangú, Río de Janeiro, con el fin de solicitar un préstamo por 17.000 reales (12 millones de pesos aproximadamente).

Un video registró aquel insólito momento cuando la mujer trasladaba a su supuesto tío, Paulo Roberto Braga, de 68 años, en una silla de ruedas, sosteniendo su cabeza y hablándole para disimular.

“Tío tienes que firmar. El señor tiene que firmar. Yo no puedo firmar por el señor. El señor tiene que agarrar el bolígrafo con fuerza y firmar aquí”, se escuchaba en la grabación.

Este hecho llamó la atención entre los funcionarios del banco, quienes al notar esta extraña situación, no dudaron en llamar a las autoridades para detener a Érika y ser llevada a estación de Policía.

El Ministerio Público del país acusó a Erika de Souza Vieira Nunes de actuar de manera consciente y voluntaria, pues la mujer evidenciaba un “desprecio y falta de respeto hacia su tío”, quien estaba muerto.

Sin embargo, días después, la jueza Luciana Mocco, titular del 2º Juzgado Penal de Bangu, anuló su prisión preventiva. Los abogados de Érika aseguraron que ella tenía “mala salud mental” y es ama de casa, además, estaba a cargo de una menor discapacitada que requiere cuidados en casa.

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