La Procuraduría General sancionó a la exgerente de Metrolínea, Laura Cristina Gómez, tras comprobar que hubo sobrecostos en un contrato firmado con empresa mencionada en el escándalo de corrupción conocido como ‘Manantial de Amor’.

En fallo de primera instancia, la Procuraduría sancionó con el pago de ocho meses de salario devengado, a la exgerente de Metrolínea, Laura Cristina Gómez Ocampo, por irregularidades en un contrato bilateral realizado con Azarías SAS, empresa mencionada en el escándalo conocido como ‘Manantial de Amor’.

Azarías fue una de las compañías ‘bendecida’ con millonarios contratos en la administración del exalcalde de Bucaramanga, Luis Francisco Bohórquez, en lo que, tras denuncias de Vanguardia, terminó develándose toda una red de corrupción por la que el exmandatario, varios exfuncionarios y particulares enfrentan procesos penales.

La Procuraduría confirmó que Gómez Ocampo participó en la gestión del contrato 088 de 2015, con el objeto del cerramiento y adecuación provisional de parqueaderos para buses del Sistema Integrado de Transporte Masivo, Sitm, en un lote, proceso contractual que terminó con sobrecostos en sus precios.

“Se ratificaron los sobreprecios en los ítems por casi 18 millones para los materiales comunes, la instalación para la excavación manual, las vigas de amarre de piso en concreto y en las láminas de zinc para el cerramiento perimetral; sin que existiera un soporte documental a los valores expuestos; por lo que, no optimizó los recursos públicos al avalar un negocio jurídico sin verificar los altos costos”, señaló la Procuraduría en la decisión.

Por otro lado, el ente de control disciplinario sancionó a la Directora Técnica de Infraestructura, Clara Isabel Guerrero Ariza, por vulnerar los principios de responsabilidad y economía en el mencionado contrato.

Por otro lado, el ente de control disciplinario sancionó a la Directora Técnica de Infraestructura, Clara Isabel Guerrero Ariza, por vulnerar los principios de responsabilidad y economía en el mencionado contrato.

El Ministerio Público determinó que Guerrero Ariza, quién fungía como supervisora de la ejecución del contrato, suscribió dos actas para modificar las cantidades de los recursos solicitados para la obra sin un soporte de cotizaciones o estudio de mercado que permitieran verificar la razón de los cambios en los precios, y así, determinar el valor real del mercado.

“Omitió determinar de manera objetiva el precio de los productos señalados en los ítems que se indicaron y tampoco se tuvo en cuenta la variación del IPC, la tasa de cambio, el cambio en el precio de las materias primas, entre otros aspectos”, explicó el operador disciplinario.

La Procuraduría Delegada de Juzgamiento 2 calificó la falta de los servidores públicos disciplinados como gravísima, a título de culpa grave, por vulnerar los principios de responsabilidad, eficacia y economía.

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Caso Manantial de Amor

En 2016, la Unidad Investigativa de Vanguardia puso en evidencia las presuntas irregularidades contractuales de la administración del exalcalde de Bucaramanga, Luis Francisco Bohórquez, cuyo gobierno habría celebrado contratos por cerca de $15 mil millones con personas y empresas relacionadas con la iglesia Manantial de Amor, manejada por familiares y amigos del mandatario local, lo que terminó beneficiando a particulares.

Según una amplia investigación de la Fiscalía, fueron 11 contratos firmados entre el 2012 y el 2015 por parte de la administración Bohórquez con empresas relacionadas con la comunidad religiosa, la cual era administrada por Leonardo Luna, concuñado del exmandatario local, y Teresa Pedraza, tía del exalcalde Bohórquez.

$!Sancionan a exgerente de Metrolínea, Laura Cristina Gómez, por escándalo ‘Manantial de Amor’

Entre las firmas ‘bendecidas’ e investigadas por la Fiscalía se encuentra Azarías SAS, empresa que nació el 22 de enero de 2013 (un año después de iniciado el gobierno Bohórquez), con un capital de $70 millones. Según el registro de la Cámara de Comercio, Azarías fue constituida en la casa de Lucila Pedraza de Cristancho, tía del exalcalde Bohórquez y era representa por Uriel Ávila Méndez, de ocupación maestro de obra, quien era en ese momento parte de las redes de apoyo de la iglesia MDA.

Lucila Pedraza es la madre de Milena y Zayda Cristancho, pastoras de la iglesia, y esta última una de las fundadoras de Probraco.

Esta sociedad, que llevaba el nombre “Profético”, con el que se conoce a Leonardo Luna, suscribió dos contratos con la administración Bohórquez por valor de $3.408’268.594.

Ambos tenían como objeto temas relacionados con la modernización del alumbrado público del Municipio a tecnología LED, uno para la carrera 15 y el otro para la carrera 27.

El primero de ellos fue adjudicado el 9 de abril de 2014 y el segundo dos días después, el 11 de abril. Fueron ganados en consorcio con Raúl Amaya Toloza y Einsa, esta última, otra de las empresas cercanas a la iglesia MDA.

Raúl Amaya, según la investigación periodística de Vanguardia, era en ese momento miembro de la iglesia y amigo personal de Leonardo Luna.

Un año antes de ganar estas licitaciones, Amaya Toloza suscribió el contrato 1329 de 2013, para trabajar en las obras del Viaducto de La Novena, por $35 millones y 7 meses. Luego, Amaya Toloza firmó el contrato 393 de 2013, por $1.043 millones, para hacer el acueducto en la vereda Los Santos.

Cuestionamientos

Los contratos para el cambio de tecnología LED del alumbrado tuvieron observaciones por parte de Transparencia por Santander, por considerar que los requisitos exigidos direccionaban el contrato a un único proponente.

Al igual que en los contratos suscritos por Scada, la propuesta de Azarías presentó una carta de Paviacom (empresa de Leonardo Luna) donde pone a disposición los mismos vehículos usados por Scada. Pero en estos contratos aparecía un vehículo más: una camioneta doblecabina de Óscar Leonardo Rodríguez Ariza, pastor de la sede Café Madrid de la iglesia, y quien estuvo vinculado en contratos con Einsa y Scada.

Además, fue él quien en mayo del 2012 creó Einsa SAS, otra de las contratistas de la Alcaldía. Curiosamente, los certificados de experiencia que acreditó Azarías en los procesos licitatorios y las referencias que ponían sus trabajadores habían sido expedidas por empresas relacionadas como Probraco.

Al ser consultado por Vanguardia, Uriel Ávila Méndez, dueño de Azarías SAS, reconoció que asistía a la iglesia Manantial de Amor y que no es ingeniero civil sino un “maestro de construcción, tecnólogo y empresario”. Además, afirmó que creó la empresa con unos ahorros de $70 millones y que logró los millonarios contratos al aliarse en consorcio con dos ingenieros de experiencia.

Contratos con la alcaldía de Bohórquez

• Contrato 97 de 2014 ($1.189 millones para modernización de alumbrado en la 27). Tuvo dos proponentes, uno inhabilitado. En consorcio con Raúl Amaya Toloza 2%, Einsa 48% y Azarías 50%.

• Contrato 100 de 2014 ($2.219 millones para modernizar alumbrado en la 15, único proponente). En consorcio con Raúl Amaya 2%, Einsa 48% y Azarías 50%.

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