Epa Colombia sigue tras las rejas y su entorno más cercano comienza a sentir el impacto. En medio del revuelo mediático, su pareja Karol Samantha decidió hablar por primera vez sobre lo que realmente está pasando.

Mientras Daneidy Barrera Rojas, más conocida como Epa Colombia, permanece en prisión cumpliendo su condena en el establecimiento El Buen Pastor, su entorno cercano enfrenta no solo las consecuencias emocionales del proceso, sino también las repercusiones económicas que este ha generado. Ahora fue su prometida, Karol Samantha, quien decidió hablar abiertamente sobre cómo han sido estos meses sin la presencia de la influencer al frente de sus negocios y qué papel cumple realmente en el éxito de su empresa.

La empresaria e influencer fue condenada por los actos vandálicos que protagonizó durante las protestas sociales de 2019, cuando difundió videos en los que aparecía destruyendo parte de la infraestructura del sistema TransMilenio. Aunque ya ha abonado parte de la indemnización correspondiente, el proceso judicial está lejos de cerrarse, especialmente tras el reciente revés que impidió su salida anticipada de prisión.

La empresaria e influencer fue condenada por los actos vandálicos que protagonizó durante las protestas sociales de 2019, cuando difundió videos en los que aparecía destruyendo parte de la infraestructura del sistema TransMilenio. Aunque ya ha abonado parte de la indemnización correspondiente, el proceso judicial está lejos de cerrarse, especialmente tras el reciente revés que impidió su salida anticipada de prisión.

La voz de Karol Samantha: “Claro que falta Dane”

En medio del panorama judicial, Karol Samantha, pareja sentimental y madre de la hija que comparte con Barrera, decidió salir al paso de las inquietudes sobre el estado actual de las empresas que Epa Colombia construyó. Lo hizo a través de una dinámica de preguntas y respuestas en Instagram, donde respondió con franqueza sobre las consecuencias económicas de la ausencia de la influencer.

“Amiga, sinceramente, yo te digo que sí. Gracias a Dios no estamos en las últimas, como muchas personas nos quisieran ver, pero claro que falta Dane”, expresó, dejando ver que la ausencia de la figura central de la marca ha afectado el dinamismo habitual del negocio.

Karol no se limitó a señalar la dificultad del momento, sino que también reconoció el papel insustituible que tiene Barrera en el funcionamiento de su empresa: “Dane es la cabeza de esto, es la imagen de su empresa, es esa mujer berraca, esa vendedora que impulsa todo, la espontaneidad con la que hace su publicidad. Dane es todo acá… Ella es la cereza del pastel”.

A pesar de la adversidad, también tuvo palabras de reconocimiento para el equipo de trabajo que ha sostenido la operación: “No voy a desmeritar el trabajo que hemos hecho como equipo. La 10 que nos hemos puesto. Todo el trabajo ha sido muy hermoso. Pero Dane es Dane”.

La deuda con TransMilenio: más de 467 millones en juego

Aunque Barrera ya ha pagado más de 57 millones de pesos —sumando lo entregado a Recaudo Bogotá y a la aseguradora— el panorama económico se complica con una nueva demanda interpuesta por la empresa TransMilenio. Esta reclama una indemnización superior a los 467 millones de pesos por los daños provocados en la estación Molinos, donde ocurrieron los hechos más graves durante las protestas de 2019.

La cifra ha sido calificada por la defensa de Epa Colombia como “desproporcionada”. La influencer ha solicitado una negociación que permita establecer un monto acorde con su capacidad de pago. Mientras tanto, la demanda avanza en los estrados judiciales y se mantiene en etapa de evaluación de pruebas.

La figura de Epa Colombia ha sido, desde sus inicios, una mezcla de controversia, espontaneidad y tenacidad. De ser tendencia viral por sus videos desafiantes y polémicos, pasó a consolidarse como empresaria y referente de un emprendimiento que logró posicionarse en el competitivo mercado de productos capilares. Su historia ha sido narrada desde múltiples ángulos: el éxito súbito, los errores públicos, la maternidad, la redención.

Hoy, tras las rejas, su ausencia se nota más allá del plano familiar. Su pareja, su equipo de trabajo y sus seguidores coinciden en que su presencia es más que simbólica: es el motor emocional y creativo de su marca.

Mientras tanto, Karol Samantha sostiene el frente, entre mensajes de apoyo, clientes fieles y una comunidad digital que no olvida a la influencer. “Nosotras no vamos a parar”, escribió en sus redes, como declaración de resistencia frente a quienes dudan de la continuidad del negocio.

El caso de Epa Colombia sigue generando titulares. Pero más allá de la polémica, lo que queda claro es que su historia aún no ha terminado de escribirse.

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