Este espejo de agua en Santander cuenta con equipos motorizados para prestar labores de inspección. A la fecha se encuentran inactivos. La comunidad solicitó inversión para mejorar la prestación de servicios turísticos.
En 2018, llegó a las aguas del embalse de Topocoro una moderna embarcación bautizada como el buque Pienta, y cuya misión era la de recorrer cada rincón de este sitio turístico para adelantar labores de vigilancia y atender necesidades en temas de seguridad y rescate.
Entre otras, el Centro de Atención Inmediata Interinstitucional Fluvial de la Policía, CAII, contaba con alojamiento para 10 uniformados de la Policía, que trabajarían las 24 horas en el embalse. Para su apoyo contaban con una lancha rápida y una moto acuática.
La embarcación tuvo un costo de cerca de $1.780 millones y su mantenimiento mensual alcanzaba los $30 millones. No obstante, en 2019 el navío se detuvo, porque no contaba con equipos requeridos por la Policía Nacional.
Cerca de cinco años después de haber sido llevado desde Cartagena hasta Topocoro, en febrero de 2023, el Gobierno Departamental anunció que se entregó el equipamiento para el buque Pienta, se puso en operación y se verificó el funcionamiento de la lancha rápida, y el waverunner Pienta moto acuática. En la actualidad estos servicios se encuentran suspendidos.
Las peticiones de la comunidad

Nicolás Mantilla es un empresario aficionado a la navegación que cada 15 días recorre el embalse a bordo de embarcaciones.
Mantilla aseguró que aunque las condiciones de seguridad en la zona son buenas, y los pobladores de la zona se encargan de ayudar a garantizarlas, si hace falta mayor control en la zona.
“El CAII es necesario para que adelante recorridos de vigilancia a las empresas que prestan los servicios turísticos, y a los turistas que allí acuden”, manifestó Mantilla Reinaud.
Asimismo, el empresario argumentó que se requiere con urgencia la adecuación de embarcaderos, pasarelas flotantes y otro tipo de infraestructura para que el navío de vigilancia se pueda desplazar por todos los puntos de la represa.
“No estamos exentos de que una embarcación se averíe o se hunda. Necesitamos que el buquePienta pueda llegar a cualquier rincón de Topocoro, o tenga un equipo de reacción rápida en caso de emergencia”, expresó Nicolás Mantilla.
El navegante también solicitó que se puedan habilitar redes de comunicación como radioteléfonos para garantizar que las embarcaciones puedan comunicarse en caso de emergencia. Cabe decir que la señal de celular es deficiente en la zona.
El proyecto de vigilancia

Durante la semana anterior, el gobernador de Santander, Juvenal Díaz, le solicitó al ministro de Defensa, Iván Velásquez, que desde la Dirección Nacional de la Policía se asuma la operación del CAII Fluvial.
En tal sentido, el secretario del Interior deSantander, Óscar Hernández, indicó que el año anterior estaba activo un convenio con la Policía para Topocoro y por ello se proyecta su renovación.
“El CAII requiere algunas inversiones en mantenimiento que se podrían adelantar en el corto plazo. Esto nos permitirá contar con la unidad fluvial y la presencia de autoridad en la lámina de agua”, explicó el Secretario del Interior de Santander.
Otra de las prioridades que se trazó desde la Gobernación de Santander es definir qué municipio del área de influencia del embalse asumirá la vigilancia para optimizar recursos y que haya presencia constante de vigilancia en tierra.
Empresa privada avanza en infraestructura

El muelle y la marina son infraestructuras que se requieren para darle un mayor orden a las embarcaciones y facilitar el acceso de los turistas. Frente a esta necesidad, la empresa privada invirtió recursos para construir puertos y una infraestructura de marina en la que los propietarios de botes los parquean, y allí mismo reciben mantenimiento y vigilancia.
Esta iniciativa se adelanta en el sector de La Península, en la vía hacia Barrancabermeja, en donde se habilitaron espacios para la práctica de deportes como navegación a vela, motos de agua y esquí náutico.
Los impulsores de la iniciativa aseguraron que este modelo de ordenamiento se podría replicar en los embarcaderos de la vía hacia San Vicente, en donde los accesos para embarcaciones y turistas se limitan.