Veedores de San Gil y miembros del sindicato temen que la obra del nuevo edificio del Sena se convierta en otro elefante blanco para el municipio.
A las quejas realizadas hace un mes por los miembros del sindicato del Sena, Sindesena, por la falta de presupuesto para culminar la nueva sede principal del Centro Agroturístico del Sena en San Gil, se sumaron ahora los veedores del municipio que asistieron a la socialización de la obra.
Para los voceros de la comunidad, el problema es evidente: los $15.719 millones existentes y que fueron contratados para el proyecto no alcanzan ni siquiera para construir uno de los dos edificios incluidos en la iniciativa.
La obra se adelanta con los recursos aportados por la Dirección Nacional del Sena, los cuales suman $19.000 millones. De estos ya se han invertido $3.274 millones en interventoría, consultoría y otros rubros, quedando para la ejecución $15.719 millones.
Según la socialización adelantada por funcionarios de la entidad y la empresa contratista, de la primera torre de 8 pisos solo se construirán inicialmente dos pisos y un sótano. Para el resto no hay plata confirmada y, además de las gestiones a nivel nacional, la otra esperanza estaría en que la Gobernación de Santander invierta los recursos que se comprometieron en el pacto funcional firmado en 2020, los cuales deberían rondar los $20.000 millones.
¿Será el nuevo edificio del Sena en San Gil otro elefante blanco?
Teniendo en cuenta lo que ha sucedido en la capital turística de Santander con otros proyectos que están parados justamente por la falta de recursos, como la variante y la reposición de la infraestructura del Hospital Regional de San Gil, Ramiro Wandurraga, veedor ciudadano, dijo que este proyecto tiene todo para configurarse en un nuevo elefante blanco.
Aunque se garantizó durante el encuentro que se va a dejar lista toda la cimentación de los ocho pisos, el ciudadano expresó que no tiene sentido cómo van a dejar terminados esos dos pisos y luego, una vez haya estudiantes ahí, terminen los otros seis pisos restantes una vez consigan los recursos pendientes.
“El Sena a nivel nacional ya debería tener todos los recursos listos para terminar la obra (…) No se pueden hacer obras a medias, tener a los estudiantes concentrados y empezar a construir encima de ellos, eso es absurdo. El polvo, el ruido, toda la contaminación a la que los van a exponer”, aseguró Wandurraga sobre el edificio.
Patricia Rodrìguez Martínez, subdirectora del Centro Agroturístico del Sena en la capital guanentina, expresó que el objetivo es conseguir los recursos faltantes antes de que se termine de ejecutar el proyecto actual, buscando hacer un adicional y que la obra no tenga ningún tipo de parálisis.
El contrato actual se termina en agosto de 2026 y se ejecuta en un lote en la zona posterior de la actual sede del Sena.
El otro edificio de cinco pisos se construiría tras la demolición de la estructura que se usa en la actualidad. Éste tiene serias falencias que afectan a los aprendices e instructores y no cumple con normas de calidad ni seguridad.