Con las mayorías de la Comisión Séptima de Senado en contra de la reforma a la salud, el documento tramitado por el Gobierno Nacional está en ‘cuidados intensivos’ y virtualmente hundido. Al menos ocho de los 14 miembros de esta célula legislativa están en contra de la iniciativa.
Pese a que la reforma a la salud que comenzó a tramitarse hace más de un año logró su aprobación en la plenaria de la Cámara de Representante, todo parece indicar que la iniciativa no tendrá la misma suerte en la Comisión Séptima del Senado, donde ocho de los congresistas ya firmaron la ponencia negativa y pidieron que sea archivada.
Este martes los congresistas Lorena Ríos Cuéllar, del partido Colombia Justa Libres; Berenice Bedoya, del partido Alianza Social Independiente; Nadia Georgette Blel y José Alfredo Marín, del Partido Conservador; José Alirio Barrera y Honorio Enríquez, del partido Centro Democrático; y Miguel Ángel Pinto, del partido Liberal, suscribieron su rechazo al proyecto y pusieron sus firmas en la ponencia negativa.
A última hora la senadora del partido de la U, Norma Hurtado, se unió al bloque que no está de acuerdo con aprobarla
Así las cosas, la reforma a la salud está ‘desahuciada’, tiene sus horas contadas, teniendo en cuenta que ya la mayoría en la Comisión no le dará viabilidad legislativa.
“Hemos llegado a la conclusión de radicar ponencia negativa, solicitando el archivo de este proyecto, por razones de vicios de forma y de fondo, por ser innecesaria para el país por muchísimas razones, que explicaremos en nuestro debate”, afirmó el senador santandereano, Miguel Ángel Pinto.
En el texto de la ponencia negativa, los ocho senadores y senadoras concluyen que la reforma a la salud, tal como la plantea el Gobierno Nacional, es inconveniente por las siguientes razones:
1. Es regresiva en términos de derechos adquiridos.
2. Por ausencia de aval fiscal e insostenibilidad financiera.
3. Porque desconoce los logros del sistema de salud.
4. No resuelve los retos del sistema de salud actual.
5. No garantiza la transparencia en el manejo de los recursos.
6. No representa un consenso nacional.
Por lo anterior, los ocho firmantes confirman que no acompañarán una reforma que “no reconoce los logros del sistema de salud, que es uno de los mejores de Latinoamérica, que no pone en primer lugar el bienestar de la población y sí pone en peligro la vida y salud de millones de colombianos”.
Si bien es cierto que el hundimiento de la reforma a la salud es virtual toda vez que no se ha citado a la Comisión Séptima a sesionar, los votos para hundirla serían más que los que tendría el documento para salir victoriosa rumbo a la plenaria del Senado.
Hace unos días, el Pacto Histórico también radicó su propia ponencia positiva del documento, pese a que solo alcanzó cuatro firmas. Es decir, teniendo las minorías en la misma célula legislativa que está próxima a iniciar a votar las dos ponencias.
Las cuentas del inminente hundimiento
La reforma a la salud, que se ha convertido en la más polémica del Gobierno Nacional y la más difícil de sacar adelante toda vez que lleva más de un año haciendo trámite y que generó la ‘explosión’ de la coalición de Gobierno, llegará a la Comisión Séptima de Senado bajo ‘pronóstico reservado’.
De los 14 miembros de esta célula legislativa, al menos ocho están en contra de aprobar el documento que en su momento inició trámite con la exministra Carolina Corcho y hoy es impulsada por el ministro Guillermo Alfonso Jaramillo.
Los votos positivos que podría tener el Gobierno son los de Martha Isabel Peralta Epieyu, que es la coordinadora ponente, por el Pacto Histórico; Edwing Fabián Díaz Plata, de la Alianza Verde; Omar de Jesús Restrepo Correa, del partido Comunes y Wilson Neber Arias Castillo, del Pacto Histórico.
En contra del documento irían los demás congresistas de esta comisión que deberán aprobar la reforma a la salud para que esta pueda pasar directamente a su cuarto debate en la plenaria del Senado de la República.