Cuatro años han pasado desde que se presentó la pérdida de banca y la situación aún persiste. Usuarios de la vía denuncian la falta de diligencia de las autoridades competentes.
Preocupados y abandonados, así se sienten quienes a diario deben transitar por la vía que comunica a San Gil con Piedecuesta, debido al estado de la misma.
En tramos como el kilómetro 5+800, adelante del peaje de Pescadero, en la entrada del corregimiento Umpalá y cercanías al balneario Las Hamacas, la vía se reduce a unos cuantos metros, debido a pérdida de banca que se presentó hace cuatros años.
«Este daño lleva muchos años sin que ninguna autoridad haga algo al respecto. Advertimos que el día que colapse la otra mitad de la calzada de esta vía nacional, será un caos total para este sector y todos los municipios de Santander», aseguró un ciudadano a través de un video compartido en redes sociales.
Y agregó que: «El descuido, la negligencia y la falta de autoridad es evidente. No esperemos a que se generen emergencias y desastres como ha ocurrido en otras vías del país».
Según al Sociedad Santandereana de Ingenieros (SSI), este daño se presentó en el primer semestre del 2020 como consecuencia de las severas condiciones de invierno azotaron a Colombia.
Es importante recordar que, para la fecha, el Instituto Nacional de Vías (Invías) contaba con el ’Consorcio Corredor San Alberto’ como contratista encargado de la “Gestión Vial Integral de la vía”, que comenzó los trámites para atender las intervenciones con el fin de recuperar la banca y la calzada.
El gremio de ingenieros insistió en que, a la fecha, para el transcurso del primer semestre del 2024, cuatro años después, la calamidad pública expedida por el municipio de Piedecuesta venció y, a pesar de las visitas de las autoridades ambientales y las peticiones de la comunidad y los usuarios, la situación aún persiste.