Las intensas lluvias en San Gil han encendido las alarmas por el deterioro de muros históricos y zonas turísticas en riesgo. Autoridades locales piden mayor vigilancia al Instituto de Cultura y Turismo del municipio, mientras se emiten recomendaciones para visitantes y se evalúan medidas de prevención.
Que no se repitan situaciones como la de la semana anterior, cuando producto de las lluvias colapsó una sección de un muro de piedra exterior de un colegio privado de San Gil y que no se presenten situaciones que lamentar en materia de turismo, desde la Alcaldía de San Gil están haciendo llamado de alerta y prevención a los propietarios de los inmuebles y los responsables de la prestación de servicios a los visitantes.
Una de las mayores preocupaciones son los muros antiguos, dijo Felix Zipamoncha, contratista de la Administración Municipal, adscrito a la Secretaría de Control Urbano e Infraestructura, quien trabaja directamente con el comité de Gestión de Riesgo y responsable de las visitas de inspección.
El profesional, geólogo, dijo que ya se envió un oficio a los propietarios de muros que podrían colapsar porque no tienen desagüe de aguas lluvias, haciendo que el agua se concentre, generando un mayor peso sobre las estructuras.
Uno de esos, el cual ya tiene una inclinación que alerta sobre la inestabilidad del terreno, es el que está ubicado en la esquina de la carrera 7 con calle 12, el mismo sobre el que Vanguardia viene alertando desde el primer semestre del año anterior debido a que se trata de una zona con paso constante de peatones, estudiantes y visitantes que desean transitar por el popular Caracol de la 12.
En este caso, Zipamoncha confirmó que el muro en ladrillo ya está ‘cabeceado’, es decir que ya perdió su verticalidad y por la presión de la tierra se inclinò hacia el frente.
Los otros dos, más preocupantes, son el ubicado en la carrera 9 con calle 6 y un muro lateral en piedra de una jardinera de un centro comercial.
En todos los casos, el profesional dijo que ya se les notificó a los propietarios para que adelanten los trabajos pertinentes para el fortalecimiento de las infraestructuras y la reducción del riesgo. El problema es que la temporada de lluvias ya empezó y la duda está en si los muros aguantan mientras se hacen las intervenciones correspondientes.
Peligro para el turismo
El funcionario destacó que hay la probabilidad de que se tenga que ordenar el cierre de la llamada Cueva Antigua, ubicada en la vía San Gil – Barichara. Todo depende de una nueva visita que se hará tan pronto bajen los niveles de agua y entrar a la cueva no represente un riesgo.
“Es bueno que sepa que ahí se presenta un fenómeno que se llama disolución de caliza y eso implica que por las filtraciones de agua y la acumulación de esta aumenta el riesgo de colapso”, puntualizó.
Zipamoncha también solicitó al Instituto de Cultura y Turismo, a la Policía Nacional, la Inspección de Policía y las empresas operadoras de deportes de aventura estar muy atentos al nivel del río Fonce para que no se preste la actividad del rafting cuando el cauce esté por encima de los niveles permitidos, de tal manera que represente un factor de riesgo adicional para los turistas.
