El EOT de Barichara fue creado en 2003 y perdió vigencia en 2013, dejando al municipio sin una carta de navegación actualizada para planear su desarrollo.

El acelerado crecimiento urbanístico en las zonas rurales y urbanas, así como el histórico problema de acceso al agua se configuran en los mayores retos que enfrenta Barichara, para lo que se requiere la actualización del Esquema de Ordenamiento Territorial, EOT.

Frente a esta problemática, Milton Chaparro, alcalde del llamado municipio ‘más lindo de Colombia’, una de las principales joyas del turismo en Santander y el país, explicó que el documento del EOT creado en 2003 tenía una vigencia de 10 años, es decir, tres periodos de alcalde y completa ya casi seis periodos.

Según lo anterior, la normativa en la que se regulaba o planteaban los parámetros para el crecimiento de este pueblo de la provincia Guanentá solo aguantaba hasta 2013 y caminando ya por la mitad del 2025, autoridades y veedurías trabajan en una mesa técnica con el objetivo de lograr un EOT que se ajuste a la realidad.

Chaparro explicó que en el esquema de ordenamiento de 2023 “no consideró un crecimiento ordenado en el municipio, generalizó en todo el municipio un desarrollo en el tema de parcelación y construcción y no tuvo en cuenta especialmente el tema del servicio hídrico y en este momento estamos por debajo de lo que se requiere”, dijo el mandatario.

Producto de esta ausencia de planeación se vienen presentando inconvenientes desde hace varios años especialmente en el sector rural con la construcción de condominios y hoteles que terminan generando un gran impacto sobre la prestación del servicio de agua y los ecosistemas cercanos, indicó Juan Carlos Rey, vocero de la veeduría del Agua y EOT que viene liderando con la Alcaldía la mesa técnica.

Ante la ausencia de una normativa clara y la permisividad especialmente de la autoridad ambiental, CAS, Rey denunció como se vienen afectando algunas fuentes hídricas en las zonas rurales y algunos proyectos terminan parados o con líos por la falta de disponibilidad.

“Tenemos que definir en cuales zonas rurales no se pueden subdividir”, precio el mandatario, destacando que el EOT permitiría determinar hacia dónde y cómo debe seguir creciendo el municipio.

Rey aseveró que es fundamental tener todos los temas claros, especialmente en lo relacionado al cuidado y la gestión del agua, así como la garantía de un crecimiento sostenible en las zonas rurales.

¿Qué se está haciendo?

Con la mesa técnica entre autoridades y veedurías se busca crear un frente común de la actualización del EOT, integrando temas técnicos, sociales, económicos y ambientales.

Por ahora, un primer insumo es el estudio de Amenazas, Vulneraciones y Riesgos, AVR, que se contratará gracias a un convenio firmado entre la Alcaldía de Barichara y la CAS.

Chaparro expresó que tras las gestiones adelantadas ante la autoridad ambiental se consiguió una cofinanciación por $369 millones ($250 millones de la CAS y $119 millones del municipio) para adelantar el proyecto.

Un nuevo EOT requiere una inversión aproximada de $1.500 millones, recursos que el mandatario intenta conseguir con entidades departamentales y nacionales, aunque la tarea no es fácil, como el mismo reconoció.

El vocero de la veeduría destacó que es fundamental articular en este proceso a todas las entidades y especialmente a las universidades con la experiencia y el conocimiento requerido para un proyecto tan importante como es planear el desarrollo de Barichara.

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