Parece ser uno de esos temas recurrentes cada que los problemas sociales arrecian, bien para buscar soluciones o para distraerlos. La discusión acerca de si debemos ser distrito metropolitano o región autonómica, no puede dejarse en manos de emotivos relumbrones; mucho verbo ha corrido desde Constitución de 1853 cuando se planteó si la naciente nación debía organizarse alrededor del sistema federal o continuar con el central; en esencia ahí está la molestia parroquial de algunos porque B/manga no es distrito y Manizales sí, sin mucho conocimiento sobre para qué sirve y cómo se come. Sabido es que establecido entonces el federalismo, reafirmado con la Constitución de 1864, la república lo vivió –Estados Unidos de Colombia-, hasta la constitución de 1886 abiertamente centralista y conservadora, vigente con N reformas hasta 1991; fue uno de los períodos más lúcidos de nuestra trágica historia, pisando callos desde luego, impulsado por el radicalismo liberal; pero no me queda claro si lo saben los liberales vivos, desteñidos y somnolientos.

Sin pretender decir que todo fue paz y amor, sí hubo cambios en puntos álgidos: desarrollo industrial de lo cual da cuenta el impulso a los ferrocarriles, separación entre iglesia y estado solo recuperada legalmente en 1991, pero sin que se haya internalizado aún en la cultura, por lo visto estos días en la alcaldía de B/manga.; impulso a las obras públicas, modernización de la educación con fuerte presencia del estado, defensa de las libertades individuales, …. Dividir funciones reconociendo la autonomía regional es buscar equilibrios entre municipio, región y centro político; es enfrentarse al minotauro del gigantismo centralista, administrar en pequeño como lo idealizaba la ciudad-estado griega.

Ideas no han faltado; discutiendo propuestas para la Constitución de 1991, el sociólogo Orlando Fals Borda sostenía que el país debía reorganizarse bajo en el concepto sociológico de región o sea de unidad o de similitud cultural, lo cual facilitaba la gobernabilidad; así. Santander hoy son tres regiones culturalmente diferentes: Magdalena Medio, la región andina central y la Provincia de Vélez; Nariño es bien diferente de Tumaco; la división político-administrativa del país fue diseñado en buena parte logrando pedacitos de acceso al Magdalena, río de la patria, hoy sin vigencia. Ahora es necesario, dice Vanguardia (30-01-24) que se considere ya no solo la idea del Distrito Metropolitano, sino la de Región Autonómica.

 

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