El paro camionero generó un impacto directo no solo en los transportadores, sino también en comerciantes y ciudadanos que vieron afectada su movilidad y actividades económicas cotidianas. Las principales vías de acceso a Bucaramanga, Piedecuesta, Girón y Floridablanca fueron bloqueadas, lo que provocó demoras y escasez de algunos productos en el mercado.
El Radar de Vanguardia se centró en medir las percepciones de diferentes actores de la comunidad en el área metropolitana de Bucaramanga. Desde transportadores que expresan su inconformidad con las políticas del gobierno, hasta comerciantes y consumidores que enfrentan las repercusiones económicas de la huelga.
El acuerdo Gobierno – Transportadores: ¿Solución o punto de tensión?
El reciente acuerdo entre el Gobierno Nacional y los transportadores, firmado tras cuatro días de paro, ha dejado al gremio dividido en cuanto a su aceptación y las implicaciones a largo plazo para su economía. Un sondeo realizado entre los transportadores reveló que, a pesar de los esfuerzos por restablecer el orden, gran parte de los involucrados aún se sienten insatisfechos con el resultado.
El 47,4 % de los transportadores conoce el acuerdo alcanzado, lo que sugiere una falta de difusión y claridad en las comunicaciones del Gobierno hacia este sector clave. Aunque el Gobierno celebró la firma del acuerdo como un éxito, el porcentaje que realmente entiende y está de acuerdo con los términos es bajo. La cifra de 52,6 % muestra un claro desconocimiento y distanciamiento entre las bases transportadoras y los representantes que negociaron el acuerdo.
La realidad económica de los transportadores
Entre los principales motivos que llevaron a los transportadores a unirse al paro, destaca la afirmación de que, después de los gastos operacionales y al rendir cuentas al dueño de los vehículos, sus ingresos son insuficientes. El 62,9 % de los transportadores expresaron esta preocupación, lo que subraya la insostenibilidad de la situación económica que enfrenta este sector. El mal estado de las vías sigue siendo una queja constante. El 76,3 % de los transportadores a los que se les preguntó aseguraron que este factor contribuye significativamente a su decisión de haberse unido al paro.
La frustración con el Gobierno y las grandes empresas
Un sentimiento predominante en los transportadores es la sensación de haber sido engañados por el presidente Gustavo Petro, quien durante su campaña prometió no intervenir en el precio del Acpm. El 81,4 % de los transportadores encuestados mencionaron esta promesa incumplida como una de las principales razones por las que se unieron al paro. Esto pone en relieve la desconexión entre las expectativas generadas por el actual Gobierno y la realidad de las políticas implementadas.
Otro punto de fricción se da en la relación entre los transportadores y los dueños de las grandes empresas de transporte, quienes son percibidos como responsables de no ajustar los valores de los fletes de acuerdo con los incrementos en los costos operativos. El 72,2% de los encuestados apuntaron a estas empresas como parte del problema, indicando que los pequeños transportadores están pagando los platos rotos de decisiones corporativas que no benefician a la base trabajadora.
Impacto del paro de transportadores en el comercio
El reciente paro de transportadores no solo afectó la movilidad y el suministro de bienes esenciales, sino que también dejó una huella profunda en el sector comercial. Según el sondeo realizado por Vanguardia a comerciantes, refleja la magnitud de los efectos que esta huelga ha tenido sobre los pequeños, medianos y grandes comerciantes, quienes han sufrido pérdidas económicas significativas y dificultades logísticas que aún no se han resuelto completamente.
De acuerdo con el reporte de las autoridades de Santander, en total fueron 22 puntos donde hubo bloqueos y cierres viales. Esta situación generó pérdidas por cerca de $5.000 millones.
Frustración con las negociaciones y los actores claves
Los resultados también exponen una queja recurrente por parte de los comerciantes respecto a la falta de una solución rápida al conflicto. Muchos sienten que las negociaciones entre el gobierno y los transportadores se prolongaron demasiado, dejando a los comerciantes en un limbo económico. “No sentimos que las autoridades hayan actuado con la rapidez necesaria para mitigar las consecuencias del paro”, declaró uno de los comerciantes encuestados.
¿En qué le perjudicó el paro de transportadores a los comerciantes?
El paro de transportadores afectó significativamente al sector comercial, generando una serie de dificultades que repercutieron directamente en la operatividad y rentabilidad de los negocios. Uno de los principales problemas reportados por los comerciantes fue el aumento de los precios de los productos debido al acaparamiento, una situación que afectó al 38,4% de los encuestados. Este fenómeno, impulsado por la incertidumbre y la falta de suministro, provocó una escalada en los precios que no solo impactó al consumidor final, sino que también alteró las dinámicas de venta y compra de los comerciantes.
Otro efecto importante fue la disminución de las ventas por falta de acceso de los clientes, que afectó al 39,2 % de los negocios. La falta de movilidad, los bloqueos en las vías y el temor por la inseguridad hicieron que los consumidores redujeran sus visitas a los establecimientos comerciales, lo que provocó una caída considerable en las ventas, afectando principalmente a pequeños comercios locales.
La escasez de productos de venta regular fue otro problema reportado por el 17,6 % de los comerciantes, quienes vieron cómo los productos de primera necesidad o de alta demanda se agotaban rápidamente sin posibilidad de reabastecimiento, lo que agravó la percepción de desabastecimiento en varias zonas del país. Este desbalance en el suministro afectó tanto la imagen de los comercios como su capacidad para satisfacer las necesidades de los clientes.
Aunque en menor medida, un 3,2 % de los comerciantes señaló pérdidas económicas directas por el desabastecimiento, reflejando cómo la falta de productos esenciales afectó su flujo de ingresos. Asimismo, el impacto en la dinámica de los negocios, como el ausentismo laboral y la inseguridad derivada de la incertidumbre, afectó al 1,6%, generando un ambiente laboral más tenso e inestable.
Testimonios desde el terreno: un país dividido
El impacto del paro no ha sido menor, y las opiniones recogidas por Vanguardia evidencian la diversidad de perspectivas frente a este conflicto. Para algunos ciudadanos, como Belisario Tavera Torres, el paro es un derecho legítimo: “estoy de acuerdo con todo el gremio camionero porque es un derecho de todo ser humano hacer reclamos. El responsable es el Gobierno porque no ha cumplido lo que ha prometido y los más afectados somos nosotros con esos incrementos”.
Por su parte, Jonathan Cortes Velazco, auxiliar de enfermería, tiene una visión diferente y cuestiona las motivaciones del paro: “este paro nunca debió haber sucedido, fue utilizado por empresas que tienen bastante dinero, no era gente del pueblo. El responsable es Fedetransporte porque estas empresas son las que tienen la mayor cantidad de camiones en Colombia pero no representan a la gente pobre”.
En el ámbito comercial, Natalia Pinto expresó su preocupación por el impacto del paro en la cadena de suministro: “El paro se tenía que dar, pero nos afectó a todos, como empresarios, porque traemos insumos de otras partes del país que no nos han llegado”.
Un acuerdo que promete cambios, pero… ¿será suficiente?
El acuerdo firmado incluye compromisos importantes, como la modificación de la Resolución 40350, que reduce en $800 el incremento del galón de Acpm, aplicándose de forma gradual hasta diciembre. Además, se suspenden nuevas alzas de combustible hasta que se logren transformaciones estructurales en el sector.
También se acordaron medidas para mejorar las condiciones laborales del gremio, tales como la revisión del Registro Nacional de Carga y el Sistema de Información de Costos Eficientes (SiceTAC), y la garantía de que los transportadores participarán en la discusión sobre el sistema de costos en mesas técnicas que se conformarán en los próximos días.
Sin embargo, la pregunta que sigue en el aire es si estas medidas serán suficientes para calmar al gremio de transportadores a largo plazo. Como señala María Isabela Acevedo Maldonado, “Los responsables somos todos, porque como ciudadanos debemos estar enterados de las leyes que nos afectan. Este paro fue necesario, pero tenemos que asegurarnos de estar mejor informados en el futuro”.
En conclusión, el paro de transportadores dejó una marca profunda en todos los sectores afectados: transportadores, comerciantes y consumidores. Aunque el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y los transportadores busca paliar las tensiones y ofrecer soluciones estructurales, la insatisfacción prevalece en gran parte del gremio y entre los afectados por el paro. Las promesas de mejoras en las condiciones laborales y la estabilidad de precios del combustible serán puestas a prueba en los próximos meses, mientras el país observa con cautela si las soluciones propuestas son suficientes para evitar futuros conflictos. La incertidumbre, tanto para los transportadores como para los comerciantes, persiste, y la eficacia de este acuerdo dependerá no solo de su implementación, sino de la capacidad del Gobierno para restablecer la confianza en un sector clave para la economía nacional.