Con apoyo de sus aliados internacionales, alias ‘Chiquito Malo’ infiltró el lavado de activos y venta de drogas en Dubai. Su enlace es el ‘Grupo Thagi’, conformado en su mayoría por marroquíes y neerlandeses, que operan redes de narcotráfico y lavado en Europa y puntualmente en Medio Oriente. Su cabecilla fue capturado en Medellín, en 2020.
Lo que se sabe hasta ahora es que existe una conspiración internacional, transversal a alias ‘Iván Mordisco’, un general (r) de la Policía, aun sin identificar, y la llamada “Junta Directiva del narcotráfico”.
Las autoridades afirman que la tal “Junta” operó en las sombras y al amparo de los carteles de la droga en Colombia, desde 1990 hasta 2010, cuando la dieron por desaparecida.
Pero su extinción no era verdadera.
Sus integrantes siempre fueron los llamados ‘narcos invisibles’, quienes, al parecer, ahora entrenan mercenarios en el exterior.
También participarían capos que en el pasado pagaron condenas y siguen involucrados en el negocio, según informes de inteligencia.
Una de sus primeras estrategias fue poner en la mira a la capital del país. Ahí comenzó la guerra por el control del negocio que llega hasta los Llanos Orientales y que, al traspasar las fronteras, se instaló en Dubai, desde donde se financiaría el asesinato del Presidente.
¿Y al fin, qué es la tal “Junta Directiva del narcotráfico”?
El campanazo de la “Junta de narcos”
Luis Augusto Caicedo Velandia, alias ‘Don Lucho’, uno de los principales capos y lavadores de dinero del narcotráfico en Colombia, fue asesinado el 16 de julio de 2021, junto a su abogado, Julio Enrique González.
Los dos hombres fueron acribillados mientras dialogaban en la banca de un parque del barrio Pablo VI, localidad bogotana de Teusaquillo.
Era “el primer campanazo” de que algo sucedía en el mundo del hampa.
InSight Crime, organización independiente dedicada a investigar y analizar el crimen organizado, dijo en un informe publicado el mismo día de su muerte, que alias ‘Don Lucho’ era uno de los denominado ‘narcos invisibles’
Su ingreso al hampa, según el gobierno de EE.UU, se dio alrededor de 1994, luego de ser expulsado del Cuerpo Técnico de Investigaciones, CTI, de la Fiscalía General de Colombia.
Un escándalo por su presunta participación en la fuga de un narco puertorriqueño, acabó con su carrera como investigador.
A esas alturas, afirma InSight Crime, ya EE.UU. señalaba que ‘Don Lucho’ era un alfil del llamado cartel de El Dorado, cartel de Bogota o la llamada “Junta Directiva del narcotráfico”.
La acusación (indicment) en poder de fiscales estadounidenses señalaban que sus nexos más importantes eran, para esa fecha, las Farc y las Autodefensas Unidas de Colombia, Auc.
Organizaciones criminales para las que organizaba el procesamiento, producción y entrega de cocaína a grupos de transportistas en las costas norte y occidente de Colombia.
Su trabajo consistía en coordinar el transporte de drogas a través de rutas marítimas a Centroamérica, para enviarlas a traficantes mexicanos encargados de ingresarlas a EE.UU., o bien a través de Venezuela y el Caribe, con destino a Europa.
¿Quién dio la orden?
Con esas conexiones y el supuesto poder que lo rodeaba, ¿de dónde y por qué habrían ordenado asesinarlo?
Los investigadores encontraron la respuesta en agosto de 2021, un mes después del asesinato, durante una de las fases de lo que se conoció como la “Operación Agamenón”.
Fue todo un plan de campaña militar conjunto, desarrollado por el Ejército, la Policía Nacional y la Fiscalía General de la Nación, para debilitar al Clan del Golfo.
La operación comenzó el 2 de febrero de 2015 y se extendió hasta el 23 de noviembre de 2021.
Un comando de la Policía Antinarcóticos llegó a la selva del Nudo del Paramillo, en límites entre Antioquia y Córdoba y en esa casi impenetrable selva, allanaron un viejo rancho, junto a la ribera del río Verde.
Los sabuesos tenían una información de que en ese lugar descansaba hacía varios días Dairo Antonio Úsuga David, alias ‘Otoniel’, jefe del Clan del Golfo. Pero logró fugarse.
Durante la revisión minuciosa al lugar, los investigadores hallaron evidencia que confirmaba que allí había estado el capo: un colchón ortopédico y un carriel.
Dentro del bolso quedaron siete memorias digitales micro SD, envueltas con papel adhesivo.
Al revisarlas, encontraron un mensaje de audio de ‘Otoniel’, dirigido a Jobanis Ávila Villadiego, ‘Chiquito Malo’, el segundo al mando del Clan del Golfo. El mensaje decía:
“A Luis Caicedo lo entregó el mismo socio de él, Julio Lozano… Eran socios, les decían ‘Los Viejitos’, todo el tiempo han trabajado. Julio fue el que dio la información y lo puso, y por eso hicieron eso, allá en Bogotá”.
Para los investigadores, ya no había dudas:
1. Alias ‘Otoniel’ se refería a Julio Alberto Lozano Pirateque, alias ‘Patricia’, un exmiembro de la “Junta Directiva del narcotráfico”.
2. Todo indicaba que esa organización clandestina no había desaparecido.
3. Al parecer, se reorganizaba de forma violenta.
Luego de la muerte de “don Lucho”, quedaron dos bandos en la “Junta”. De un lado, ‘El Ingeniero’, hermano del difunto y del otro, Julio Lozano.
Lozano volvió a sonar, según testigos, en el caso del laboratorio de drogas encontrado el 12 de febrero de 2020 en la finca de Fernando Sanclemente, exembajador de Colombia. Lozano sería el financiador de esa “cocina”.
Las pesquisas sobre Lozano condujeron a los agentes hacia Dubai, donde tendría un permiso de residencia y sería gerente general de una compañía.
Aliados mortales

El último sueño de alias ‘Otoniel’, antes de su extradición, fue conformar el ‘Frente Capital’, una subestructura capaz de articular negocios del Clan en Bogotá.
Las autoridades creen que, por eso, en los audios decomisados en agosto de 2021 le ordenó a ‘Chiquito Malo’ acelerar la incursión en Bogotá, sobre todo en ese momento, cuando al parecer, Julio Lozano les estaba colaborando.
“(Lozano) está ayudando para el conflicto, como se dice. Necesitamos gente que colabore, necesitamos tomar el control de todo. Si Julio puso al patrón y eran los socios más duros, la cosa se vuelve más fácil para esa guerra”, dijo ‘Otoniel’.
Su “guerra” iba contra el ala de la ‘Junta Directiva’ liderada supuestamente por “el Ingeniero” (hermano de ‘Don Lucho’).
En su mensaje, ‘Otoniel’ fijó dos objetivos: “Hay que hacerles lo más pronto posible. El viejo Hernando Sánchez y Boyaco Sinaloa. Toca organizar cómo se hacen esas vueltas, para ver cómo se acaba de organizar esa zona del Llano y Bogotá”.
Los mencionados eran socios de ‘don Lucho’ y Lozano en el comercio de esmeraldas, según declararon algunos extraditados a la justicia estadounidense. Sánchez anda escoltado y tiene una oficina blindada en Bogotá.
Sabía usted que…
Según el Libro Guinness de los Récords Mundiales, ‘Don Lucho’ posee el récord de haber manejado la mayor operación de lavado de dinero de drogas que se conozca en el mundo?
Así llegaron a Dubai

Alias ‘Otoniel’ fue capturado el 23 de octubre de 2021. En su reemplazo, alias ‘Chiquito Malo’ tomó las riendas y coordina territorios de interés de la ‘Junta Directiva’.
Con apoyo de sus aliados internacionales logró infiltrar el lavado de activos y venta de drogas en Dubai.
Informes de inteligencia señalan que, el enlace es el ‘Grupo Thagi’, conformado en su mayoría por marroquíes y neerlandeses, que operan redes de narcotráfico y lavado en Europa y puntualmente en Medio Oriente.
Pero su alianza, según el portal Infobae, quedó al descubierto el 7 de febrero de 2020, en un edificio en Sabaneta, Antioquia, cuando las autoridades detuvieron a Said Razzouki, el delegado de los marroquíes para negociar con el Clan.
Con la captura, las autoridades finalmente señalaron el resurgimiento de la ‘Junta Directiva’.
Su división interna y la participación del Clan del Golfo, lograron agitar el hampa en la capital del país, donde sus sicarios esperan órdenes para atacar.
Hoy cobra fuerza lo que advertía “Otoniel” en su grabación, “toca bregar ligero lo de Bogotá”.
Y ahora aparecen involucrados como financiadores en una conspiración para asesinar al Presidente de la República, Gustavo Petro.