La situación es especialmente grave en el comedor comunitario, ubicado en esa zona, donde los niños deben consumir sus alimentos en medio de olores nauseabundos y contaminación.
En la mañana de este jueves, la comunidad de Vélez y los residentes de la calle 11 con carrera sexta realizan una protesta pacífica, bloqueando la entrada al hospital del municipio, por la carrera sexta, debido al fuerte olor que afecta la zona desde hace aproximadamente cinco meses.
El problema se originó hace más de un año cuando comenzó la construcción del plan maestro de alcantarillado. Las obras fueron abandonadas, dejando alcantarillas tapadas, lo que ha provocado el desbordamiento de aguas negras por las calles, llegando incluso al parque principal.
La situación es especialmente grave en el comedor comunitario, ubicado en esa zona, donde los niños deben consumir sus alimentos en medio de olores nauseabundos y contaminación, según denunció Dionicio Fontecha Güiza.
El polideportivo, donde asisten con frecuencia jóvenes está también ubicado en la zona. La presencia de aguas residuales y heces humanas ha provocado enfermedades y afecta gravemente las actividades diarias y el comercio local.
Una residente de la zona explicó que las aguas negras y las heces llegan hasta la calle 10: “La alcantarilla frente al hospital no tiene salida y el agua se rebosa. El material que pusieron en la parte de arriba parece haber fracturado los tubos y el agua se está filtrando”, declaró.
El plan maestro de alcantarillado ya no se considera responsable según indicó la comunidad. Se espera que la alcaldía tome medidas definitivas. El colapso del alcantarillado fue comunicado a los entes de control del municipio y a la Procuraduría de Vélez, pero hasta la fecha no se ha brindado una solución permanente.
El alcalde de Vélez, Orlando Ariza, se acercó al lugar de la protesta y explicó que el rebose de aguas negras se debe a un material abandonado por los contratistas del plan de acueducto y alcantarillado, el cual está obstruyendo la red.
Por ahora, el alcalde ha ofrecido una solución temporal en colaboración con la Essant, la Empresa de Servicios Públicos de Santander, para realizar una limpieza con una máquina especializada, programada para el sábado tres de agosto.
Ariza también ha solicitado una reunión urgente con la interventoría, Contraloría y Procuraduría para que el contratista termine las obras en el barrio Kennedy, donde se encuentra el material que está obstruyendo el alcantarillado y afectando gravemente el hospital del municipio.
Aunque la limpieza se ha intentado realizar manualmente, Ariza destacó que no es suficiente y que se requiere maquinaria especial para resolver el problema de manera efectiva.