Es importante identificar las características de una infección respiratoria para poder manejarla de forma oportuna y correctamente. Seguir unas sencillas medidas de seguridad y diagnóstico pueden ayudar a combatir esta afección.
Debido a los cambios de clima y las lluvias inusitadas por esta época, es común que se presenten afecciones relacionadas con el sistema respiratorio.
¿Cómo identificar cuando es una congestión nasal, alergia, influenza o gripe, incluso COVID-19, el Virus Respiratorio Sincitial (VRS) o algo más complejo?
En primer lugar, hay que entender las particularidades de un cuadro respiratorio que suele presentarse como un simple resfriado.
Sin embargo, cuando la persona experimenta sensación de falta de aire o ahogo, con signos clínicos de esfuerzo para respirar, fiebre alta y persistente, fatiga o debilidad severa, entre otros síntomas, esto podría indicar una infección respiratoria grave en lugar de una enfermedad más leve, explica Leslie Katherine Vargas, médica internista neumóloga del Instituto Neumológico del Oriente.
En ese sentido, la experta Leslie Katherine Vargas aconseja la consulta médica precoz, especialmente si pertenece a un grupo de alto riesgo, como niños, adultos mayores o pacientes con enfermedades preexistentes. Y enumera las siguientes recomendaciones a tener en cuenta:
Vacunación: Asegúrese de estar al día con las vacunas, incluida la vacuna anual contra la gripe y el neumococo, especialmente si tiene enfermedad respiratoria de base, niños pequeños y adultos mayores.
Higiene de manos: Lávese las manos regularmente con agua y jabón durante al menos 20 segundos, especialmente después de toser, estornudar, ir al baño y antes de comer o preparar alimentos.
Etiqueta respiratoria: Toser o estornudar en un pañuelo de papel o en el codo, no en las manos. Los pañuelos deben desecharse y proceder a un lavado de manos exhaustivo.
Evitar el contacto cercano: Manténgase alejado de personas que estén enfermas y evite el contacto cercano si usted está enfermo.
Limpieza y desinfección: Limpiar y desinfectar superficies de contacto frecuente en el hogar, el trabajo o la escuela.
Buena nutrición e hidratación: Mantener una dieta equilibrada rica en frutas y verduras para apoyar un sistema inmunológico saludable, así como consumir agua regularmente.
Descanso adecuado: El sueño de calidad es indispensable para la función inmune ya que mientras dormimos el cuerpo produce inmunoglobulinas que nos defienden de las infecciones.
No fumar: El tabaquismo puede aumentar el riesgo de infecciones respiratorias y su severidad.
Mantenerse activo: El ejercicio regular mantiene saludables los pulmones y fortalece el sistema inmune.
Evitar la contaminación del aire: Reducir la exposición a contaminantes del aire exterior e interior, incluido el humo de segunda mano.
Uso de tapabocas: Si tiene condiciones respiratorias crónicas o enfermedades que disminuyan sus defensas, es recomendable usar mascarillas en lugares concurridos o cerrados, especialmente durante brotes de enfermedades respiratorias. Debemos tener conciencia de usar el tapabocas cuando tenemos síntomas respiratorios para proteger a quienes nos rodean.
Control de enfermedades crónicas: Si tienes enfermedades crónicas como diabetes, enfermedad cardíaca o pulmonar deben seguirse las recomendaciones del médico para mantener un buen control.
A continuación, el doctor Fabián Guevara, jefe del servicio de pediatría de la Clínica Infantil Santa María del Lago de Clínica Colsanitas, aclara las cinco dudas más frecuentes cuando alguien presenta una infección respiratoria.
1. ¿Cuáles son los síntomas más frecuentes? Los principales síntomas son malestar general, decaimiento, dolor de cabeza y/o de garganta, mocos, fiebre, baja en el apetito y tos.
Muchas veces se ven afectadas las vías respiratorias altas, las cuales atacan principalmente la nariz, garganta, tráquea y bronquios, que pueden generar enfermedades como la laringitis, sinusitis o amigdalitis. Cuando se afectan las vías respiratorias bajas, es decir, los pulmones, las enfermedades más frecuentes son las bronquitis, bronquiolitis y neumonías.
2. ¿Cuándo suelen presentarse los picos de infecciones respiratorias? En los países del trópico, como Colombia, muchos de estos picos están asociados con los períodos de lluvias y deterioro en la calidad del aire, puesto que, estos factores favorecen la circulación y transmisión de muchos virus que pueden afectar las vías respiratorias, produciendo mayor número de enfermedades de este tipo en toda la población.
Los meses de mayor impacto suelen ser abril-mayo y octubre-noviembre, pero, con el cambio climático y las constantes alteraciones por tormentas tropicales que se han dado actualmente, el comportamiento no ha sido tan estacional sino más bien continuo a lo largo del año.
3. ¿Cuáles son los mayores factores de riesgo? Las personas de la tercera edad y los niños menores de un año son la población que mayor riesgo de complicaciones presentan por enfermedades respiratorias. Adicionalmente, los niños o adultos con enfermedades crónicas de cualquier órgano o sistema, en especial aquellos con enfermedades del corazón, los pulmones, los riñones, el cerebro o la sangre, entre otras, son más susceptibles a complicarse.
4. ¿Cuáles son las principales recomendaciones para prevenir y cuidarse de estas infecciones? Se recomienda principalmente mantener el uso del tapabocas en caso de presentar síntomas, ya que así se puede controlar la prolongación del virus, además de mantener un correcto y frecuente lavado de manos; también es importante evitar las aglomeraciones y mantener las distancias en colegios, transporte público, iglesias, centros comerciales, lugares de trabajo y en casa, en donde muchas veces son los hermanos mayores o los familiares los que transmiten cualquier virus a los niños más pequeños.
5. ¿Cuándo debo preocuparme y asistir a una consulta de urgencia? Normalmente, las enfermedades respiratorias se pueden manejar en casa con medidas de seguridad como la lactancia materna, la alimentación saludable, el aumento en la ingesta de líquidos y el aislamiento en casa estricto por una semana, y de esta forma, se evita propagar la enfermedad.
En caso de que el niño o el adulto no acepte los medicamentos vía oral, decaimiento anormal, respire muy rápido, tenga sed extrema, note fatiga o falta de aire, es importante acudir a urgencias para una valoración integral.
