Investigaciones recientes han revelado que este encogimiento puede estar causando sismos y desprendimientos de tierra cerca del polo sur lunar.
La noticia de que la Luna se está encogiendo puede sonar como un detalle curioso, pero tiene implicaciones importantes para nuestros planes de exploración espacial y para la seguridad de los futuros asentamientos humanos en este satélite natural de la Tierra.
Aunque el proceso de contracción lunar es lento, con aproximadamente 45 metros (unos 150 pies) de reducción cada varios cientos de millones de años, los efectos pueden ser significativos. Investigaciones recientes han revelado que este encogimiento puede estar causando sismos y desprendimientos de tierra cerca del polo sur lunar, áreas que han sido propuestas para aterrizajes de misiones futuras, como las misiones Artemis III de la NASA.
Los sismos lunares y los desprendimientos de tierra podrían representar un grave riesgo para los asentamientos humanos en la Luna. La superficie lunar, extremadamente seca y polvorienta debido a miles de millones de años de bombardeo por asteroides y cometas, es vulnerable a estos eventos. Según los científicos, los temblores podrían provocar fuertes movimientos del suelo, lo que podría ser devastador para cualquier infraestructura humana en la Luna.
El descubrimiento de miles de fracturas recientes en la corteza lunar por el Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) confirma la existencia de este fenómeno. Estas fracturas, que se asemejan a acantilados o escalones en la superficie lunar, son evidencia de que el proceso de contracción está en marcha y está afectando activamente a la Luna.
Sin embargo, existe controversia entre los científicos sobre la causa exacta y las implicaciones de estos fenómenos. Mientras algunos sugieren que los temblores se originan cerca de la superficie, otros argumentan que se originan a mayor profundidad. Esta discrepancia destaca la necesidad de más investigación para comprender completamente los lunamotos y su impacto en la habitabilidad lunar.