Al menos 29 negocios del centro y de otras zonas, en donde se ejecutan obras, han sido cerrados durante los últimos meses por las bajas ventas. Este es el drama del comercio formal. Veamos:
Obed Aguilar, el dueño de la panadería ‘Los Primos’, tomó este fin de semana una drástica decisión: cerrar su negocio de manera indefinida. ¿La razón? El bajo porcentaje de ventas. Y ello se debió a que, desde hace poco más de dos años, cuando se iniciaron las obras del proyecto ‘Plan C, Bucaramanga Caminable’, que se ejecutan frente a su local, comenzó a perder clientes.
“Yo estaba bien aquí en mi establecimiento comercial, situado en la carrera 10 con calle 41, pero desde que arrancaron estas ejecuciones se bajó mi clientela. Así es muy difícil”, precisó.
Él no es el único comerciante afectado. Los dueños de muchos negocios están sumidos en una profunda crisis económica, debido a los estragos que les han dejado los retrasos en las obras que emprendió la pasada administración.
Además del centro histórico de Bucaramanga, hay que recordar que hay ejecuciones en estado ‘crítico’ como: el Paseo España, sobre la carrera 26; la cancha del barrio El Diamante; las plazas de mercado San Francisco y Guarín; algunas adecuaciones en colegios, entre ellos el Tecnológico; el Centro Vida, del barrio Antonia Santos y el nuevo parque del barrio La Victoria.
De manera literal, estos retrasos han ‘espantado’ a los clientes habituales y han puesto en peligro la estabilidad financiera de los empresarios locales, tal y como le ocurrió al dueño de la panadería ‘Los Primos’.
El propio alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán Martínez, recordó que los plazos establecidos por la Alcaldía han sido incumplidos en repetidas ocasiones, generando una serie de inconvenientes para los comerciantes.
“Más de 126 obras inconclusas recibimos y utilizaremos las herramientas legales de las que disponemos para que los responsables le cumplan a la ciudad”, advirtió el mandatario.
Uno de los principales problemas que enfrentan los comerciantes es la falta de accesibilidad a sus establecimientos: “Las calles y las aceras cerradas y llenas de polvo, debido a las obras, dificultan la entrada y salida de mis clientes, lo que ha provocado una disminución significativa en mis ventas”, dijo Juan Carlos Moreno, dueño de una tienda en inmediaciones del Paseo España, sobre la carrera 26 con calle 33.
Muchos de los comerciantes han reportado considerables caídas en sus ingresos; tanto que no tuvieron una opción distinta a la de cerrar sus establecimientos de manera definitiva.
Otros se han visto obligados a cerrar temporalmente sus negocios debido a la imprevisibilidad de las obras y a la falta de garantías para continuar operando.
Lo peor es que todos estos retrasos también han desencadenado en despidos y, por ende, en un aumento en el desempleo en la ciudad.
Los comerciantes afectados han expresado su frustración y preocupación por la falta de apoyo y soluciones por parte de las autoridades locales.
Voces de los comerciantes
Miguel Cruces: “Es triste lo que estamos viviendo por culpa de la improvisación con estas obras. Mi negocio, por ejemplo, tambalea ante la pérdida de clientes. Todo porque esos trabajos que están adelantando aquí en la carrera 11 con calle 43, frente a mi ‘maxitienda’, parecen eternos”.
Mery Mantilla: “Todos los vecinos de la cuadra estamos desesperados. Es increíble lo que pasa por la negligencia de unos contratistas que tienen estas obras ‘a paso de tortuga’. Por los lados de la calle 41 completamos más de un año esperando que terminen el arreglo del paso peatonal”.
Édinson Ballesteros: “Yo no entiendo por qué en Bucaramanga una obra tan sencilla, como la adecuación de peatonales, duran una eternidad. En el caso de nuestro negocio estamos padeciendo un verdadero ‘viacrucis’, pues los clientes se alejan ante el barro, el polvo y el lodo”.
El caso de las plazas de mercado
Tras la advertencia de algunos comerciantes formales de adelantar mañana, 19 de febrero, una movilización pacífica que llegaría hasta la Alcaldía de Bucaramanga, para denunciar los perjuicios debido a los retrasos en las obras de remodelación de las plazas San Francisco y Guarín, el jefe del Gobierno Local, Jaime Andrés Beltrán Martínez hizo presencia en tales centros de acopio.
Como se recordará, existen locales que llevan más de cinco meses cerrados, a raíz de los trabajos inconclusos que dejó la pasada administración en dichas plazas; además de las irregularidades detectadas en la contratación y ejecución de las obras.
Muchos comerciantes aseguran que están “al borde de la quiebra”. En la plaza de San Francisco, por citar solo un ejemplo de los retrasos, al llegar allí lo primero que se observa de la supuesta transformación que prometió el gobierno anterior es una fachada sin frisar y sin pintar, la cual dista mucho de los renders presentados a finales de 2022. También, brillan por su ausencia las unidades sanitarias móviles que estaban de manera provisional, mientras el proyecto llegaba a su fin.
Hace varios meses, el anuncio del entonces alcalde, Juan Carlos Cárdenas Rey, fue una inversión por 13.000 millones de pesos para la transformación de las plazas de mercado San Francisco y Guarín.
En la emblemática plaza San Francisco, en ese entonces, se dijo que se haría una intervención más profunda que conllevará adecuaciones físicas de las redes eléctricas, hidráulicas y alcantarillado. De igual manera, se harían cambios en la fachada, iluminación, escaleras, pisos, baños y cubierta. También estaba contemplada la construcción de un elevador para personas con discapacidad, la adecuación del sistema de tratamiento de aguas residuales y la aplicación de medidas contra incendios.
En el área de Guarín, se prometió que se intervendría el costado sur, con el fin de adecuar las áreas que presentan un mayor deterioro. Por eso, se trabajaría en la cubierta, las rampas de acceso para las personas con discapacidad, los pisos, la remodelación de los cuartos de aseo y la recuperación del espacio público. De esta manera, se aseguraría que fuera un lugar que cumpliera con las normas de sismo resistencia, manejo de residuos Sin embargo, todo se ha quedado a medias. José Hilario Padilla, presidente de la Asociación de Usuarios de la plaza de San Francisco, confesó que: “aquí no podíamos dejar a merced del consorcio nuestro trabajo, por eso se propuso iniciar las labores en contra jornada. Fue una decisión acertada viendo lo que vivimos ahora”.
A pesar de que el proyecto se debió entregar el pasado 30 de enero en su totalidad, lo cierto es que “el 28 de diciembre del año pasado apenas nos estaban entregando el diseño aprobado de los baños y mientras tanto la plaza ya no posee el servicio sanitario”, reveló Claudia Patricia Carrillo, administradoras de los servicios públicos de la plaza.
En visita a la Plaza de Mercado San Francisco, el alcalde de Bucaramanga, Jaime Andrés Beltrán Martínez, fue enfático en decir: “Las obras que otros dejaron abandonadas no son nuestra culpa, pero sí es nuestra responsabilidad terminarlas y responderles”.
“¿Qué les pido? ¡Paciencia! Cuando un maestro toma la obra de otro maestro, se la deja a medias. Lo primero que tiene hacer es mirar qué dejaron botado, evaluar y mirar cómo corregir. Vamos a mejorar esto, ya le he dado la orden al Secretario de Infraestructura para que agilice las obras y tome decisiones”, precisó Beltrán Martínez.
Jorge Alejandro García, secretario de Infraestructura de la Alcaldía de Bucaramanga, de entrada indicó que existen varios problemas en los contratos que dejó la anterior administración municipal, por un valor total cercano a los $13.000 millones.
El funcionario informó que actualmente se adelantan gestiones en materia contractual, para resolver inquietudes expuestas por contratistas e interventoría en el marco de este proyecto de reparación en las dos plazas.
“Nuestra intención es resolver las peticiones relacionadas con mayor cantidad de obra y adicionales en recursos. Es algo que tenemos que analizar y estudiar”, argumentó García.
Es decir, hablamos de obras que tuvieron falencias de planeación y en las cuales ahora se deben contemplar más trabajos.