Empresarios del sector de páramo, habitantes de este paisaje, uniformados del Ejército y sociedad civil se unieron para recuperar de las llamas un lugar esencial para la educación.
Este lunes se cumplen dos semanas del grave incendio que azotó al páramo de Berlín en Santander y que generó graves daños en la flora, la fauna y la infraestructura de la zona.
Además de las cerca de 50 hectáreas de frailejones que fueron afectadas por las llamas, el acueducto de la escuela de la vereda Ucatá quedó completamente destruido.
El fuego consumió el tanque en el que se almacenaba el agua y varios metros de maguera por la que se conducía el líquido hacia la institución educativa. Por fortuna, las aulas de clase no terminaron quemadas.
Luego de 72 horas de un trabajo conjunto entre autoridades y comunidad el fuego se extinguió el pasado 25 de enero. No obstante, el intenso olor a humo y el acueducto averiado han impedido que los niños de esta zona del páramo regresen a estudiar.
La unión hizo la fuerza
En el momento mismo en el que se conoció la noticia de la afectación en la escuela de Ucatá, se lideró una colecta internacional para que las personas pudieran donar recursos para la atención de los ‘coletazos’ del incendio.
Fue así como desde el Refugio Piedra Parada, que opera en el páramo de Berlín, se usó la plataforma Vaki en la que cerca de 150 personas se vincularon con sus donaciones y se lograron reunir varios millones de pesos para recuperar el sistema de agua potable de la institución.
Durante este fin de semana, varios de los donantes junto con el Batallón Caldas, habitantes del páramo y la empresa privada compraron los materiales para intervenir la escuela y pusieron su mano de obra para que el agua regresara.
“La escuela quedó en medio de las llamas. Afortunadamente, no se quemó, pero su sistema de agua sí. En la jornada remplazamos el tanque de almacenamiento y las mangueras de conducción del agua para que los niños puedan volver a estudiar”, explicó el gerente de Piedra Parada, Nicolás Mantilla.
Asimismo, el presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Ucatá, Orlando Velandia, aseguró que “es una gran ayuda que nos brindaron. Es un gesto muy noble de los empresarios, del Ejército en colaborarnos a recuperar nuestra escuelita”.
Durante el domingo también se adelantó la siembra de frailejones plateados bebés en el invernadero del Refugio Piedra Parada, que a futuro pueden ser usados en actividades de restauración de zonas de páramo afectadas.
Cada uno de los donantes apadrinará un frailejón hasta que sea trasplantado al páramo. Durante la jornada, muchos niños se vincularon y recibieron diplomas por su loable labor.
Valle de frailejones, en ‘cuidado intensivo’
Tras la visita del pasado viernes por parte de autoridades, academia y Alcaldía de Bucaramanga, se determinó que las cerca de 50 hectáreas afectadas cerca al cerro de El Picacho, no son un ‘cementerio de frailjones’ sino un terreno en el que estas plantas se encuentran en ‘cuidados intensivos’.
Tal afirmación la hizo la bióloga Jasmilly Benavides Céspedes, profesional especializada de la Subdirección de Ordenamiento y Planificación de la Cdmb, tras la inspección a varios de los ejemplares de frailejón afectados por el fuego.
“Se recorrió la zona donde hay otros predios privados y se hizo una inspección ocular. Luego de una semana de este suceso se hizo seguimiento para verificar cómo se encontraban las condiciones. Es de admirar como la naturaleza es resiliente, los frailejones que hace ocho días estaban muy afectados, hoy ya tienen un poco más de color y las hojas juveniles están más recuperadas”, señaló Benavides Céspedes.
Por su parte, Ludy Archila, bióloga profesional especializada de la Subdirección de Ordenamiento y Planificación de la entidad ambiental, precisó que, durante el recorrido, se verificó que especies como las Gramíneas, Ericáceas y Asteráceas estaban en pie y podrían recobrar su función.
También se evidenció que algunas especies presentaban floración, aunque fueron afectadas por el incendio y se alteró su ciclo fenológico. Entre tanto, otras que quedaron bien, van a convertirse en fuente de semillero pronto cuando vuelvan las lluvias.
La bióloga expresó que durante la visita se constató que gracias a las lluvias que han caído, se pueden ver hojas y tallos verdes en los frailejones.
Es de recordar que en la zona se prepara un Plan de Acción Conjunto de restauración con el Ministerio de Ambiente, la Gobernación de Santander, la Alcaldía de Bucaramanga, la autoridad ambiental Cdmb, el Ejército Nacional, la academia y el sector privado.
Algunos animales han migrado
Tras el incendio en el páramo, la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga, Cdmb, advirtió que hay animales que perdieron sus casas y migran en busca de refugio.
Laautoridad ambiental entregó una serie de recomendaciones entre las que se destacan:
1. La fauna está asustada, está huyendo de su hábitat. El llamado es a que no los cacen, que no los maltraten. Déjelos pasar.
2. Para las aves, poner unos recipientes en la parte alta de las viviendas como bebedores.
3. Para los grandes felinos, no dejar los animales de granja sueltos para que no sean llamativos para ellos, sino que sigan su rumbo.
4. El páramo es un corredor de biodiversidad donde especies como el oso de anteojos se desplazan muchos kilómetros en un día. De esta misma forma, los felinos lo pueden hacer mucho más rápido por su agilidad. Estos son corredores de biodiversidad y y hay que respetarlos.