Este año hemos podido experimentar la evolución de la Inteligencia Artificial, desde notas de voz, hasta canciones y clones de celebridades.

Nuestro presente es el futuro del pasado”, así lo plantea la teoría de la relatividad de Einstein, y también lo ilustra el clásico del cine ‘Volver al futuro’, película que imaginaba cómo podría ser el futuro (nuestra actualidad).

Algo similar ha hecho Netflix con ‘Black Mirror’, una antológica británica de ciencia ficción distópica. En 2019 esta serie estrenó su quinta temporada, y para el tercer episodio los espectadores volvieron a ver en pantalla a Miley Cyrus después de mucho tiempo.

Cyrus interpreta a Ashley O, una cantante de pop que termina en un coma y su consciencia es traspasada a un juguete. Además, su identidad es suplantada por tecnología que puede imitar su voz. Para ese entonces esta premisa podía ser solo eso, la trama de una ficción. Pero llevado al plano real sonaba fantasioso, para esa época ni siquiera existían los influencers, además que la creación de contenido no era tan demandante como en la actualidad.

Meses después el mundo entero se puso patas arriba con la llegada de la pandemia, y comenzó la necesidad de crear contenido y facilitar la comunicación a distancia. Propuestas como el Metaverso empezaron a ponerse sobre la mesa, y un grupo selecto de personas comenzó a ganar gran popularidad en redes sociales, sobre todo en TikTok, la aplicación que se ganó el protagónico en el confinamiento.

A estas celebridades de redes se les llamó “influencers”, y aunque al principio eran cuestinados por “no tener ningún tipo de talento”, hoy son demasiado tenidos en cuenta por las marcas para pautas comerciales.

Hoy la tecnología ha avanzado tan rápido que ahora es posible imitar el rostro y la voz de otra persona en videos (similar a como ocurrió el episodio de la serie de streaming). Esta IA crea un clon, al cual tendrías que educar poco a poco; entre más información deposites, mayor dominio tendrá la herramienta para generar los resultados.

En la actualidad, la empresa Hour One ha sido una de las primeras en impulsar esta herramienta deInteligencia Artificial, y asegura que en los próximos cinco a siete años el 90% de los contenidos en Internet serán generados sintéticamente con computadores.

Ya hay casos como el de Taryn Southern, una influencer que creó su propio clon. Cuenta que tuvo que pararse unos minutos frente a una pantalla verde y unas cámaras en diferentes ángulos, después grabó unas palabras de un guion y cantó. Después de esto, ella asegura que solo necesita crear un dialogo y la inteligencia artificial podía crearle el video sin la necesidad de hacer todo el proceso de nuevo.

Otro caso reciente fue el de Chen Yiru, un influencer taiwanés con casi nueve millones de fans en Weibo. El joven realizó una transmisión en la que se mostraba comiendo pasta por 15 horas seguidas, esto encendió las alarmas en los usuarios, hasta que descubrieron que se trataba de un avatar de IA. Chen perdió miles de seguidores y recibió críticas por engañar a su público.

Lo cierto es que en China ya hay un gran avance, especialmente en el sector del comercio electrónico, donde los influencers emplean avatares para publicar contenido las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Para algunos, esto les permite aumentar su contenido y sus ingresos, pero para otros la IA puede suponer una amenaza para sus empleos, ya que las empresas de medios prefieren estrellas digitales más baratas y fáciles de controlar.

Uno de los mayores riesgos que los expertos ven en el deepfake, es que ya se conocen varios casos de estafadores que usan esta tecnología para hacerse pasar por familiares de personas de la tercera edad para robarlas.

Este año hemos podido experimentar la evolución de la Inteligencia Artifical, ya nos encontramos con notas de voz creadas por la IA que pueden imitar cualquier voz, y también podemos escuchar canciones como la colaboración de Rosalía y Quevedo que nunca existió.

La compañía Meta recientemente elaboró un total de 28 perfiles de famosos como Kendall Jenner, Paris Hilton o Snoop Dogg y Charli D’Amelio que simulan ser ellos a través de la pantalla. Meta administra todos los perfiles creados, y uno puedo chatear con el clon del famoso que admira.

La iniciativa ha generado grandes disputas y confrontaciones, ya que algunos afirman, por un lado, estar a favor para entretener a los fans, pero otros señalan que cada vez nos acercamos a los episodios de Black Mirror y difícilmente sabremos qué es real y qué no.

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