La EPS Sura deberá continuar prestando servicios a la ciudadanía y fortalecer sus operaciones para garantizar su sostenibilidad.
La Superintendencia Nacional de Salud negó la solicitud de retiro voluntario del sistema de salud pedido por la EPS Sura el pasado mes de mayo.
Tras estudiar la solicitud de “desmonte progresivo”, la entidad señaló que su decisión se basó en un análisis técnico que evaluó el riesgo sistémico que podría generar esta medida en los usuarios y el actual panorama de la salud en el país.
En el comunicado, la Supersalud asegura que en su lugar se acordó con Sura EPS continuar trabajando en mesas técnicas que garanticen la continuidad en la prestación de servicios y el derecho fundamental a la salud de 5,4 millones de afiliados.
Estas mesas buscarán definir un cronograma con compromisos conjuntos que fortalezcan la atención a los usuarios y aseguren la sostenibilidad de la entidad en el sistema.
Asimismo, aseguraron desde la entidad reguladora de la salud que se mantendrá “un monitoreo estricto y permanente del cumplimiento de cada uno de los acuerdos, con el objetivo de velar por un acceso oportuno y digno a los servicios de salud, garantizando que la EPS cumpla con su responsabilidad a través de su red de atención médica y especializada”.
Frente a lo anterior, se afirmó que Sura deberá continuar prestando servicios a la ciudadanía y fortalecer sus operaciones para garantizar su sostenibilidad y eficacia dentro del sistema de salud.
Tras esta decisión, queda en suspenso el funcionamiento de esta EPS, quien señaló en su petición que entre 2022 y 2023 tuvo pérdidas netas por más de 360.000 millones de pesos.