El emblemático Paseo del Comercio de Bucaramanga está en lamentables condiciones.
El icónico Paseo del Comercio, situado entre la carrera 12 y la carrera 19 de la calle 35, está convertido hoy en un lugar en donde reinan la invasión del espacio público, el desorden y el caos urbano. ¡En efecto! A pesar de su importancia y popularidad, este paso peatonal enfrenta varios problemas que afectan su funcionalidad y atractivo.
Vale recordar que ese tramo peatonal fue remodelado a comienzos de los años 90. Lo que comenzó, en ese entonces, como un gran proyecto peatonal, se fue convirtiendo en un preocupante problema social por la multiplicación de las ventas ambulantes, la presencia de indigente, la contaminación y, en general, el desorden que hoy se respira en estos lados.
El olvido de las administraciones de 34 años atrás llevó al deterioro de su estructura y a la pérdida de identidad del lugar. En Vanguardia identificamos los cinco principales ‘lunares’ negros de este espacio. Veamos:
1. Inseguridad: La percepción de inseguridad es una de las principales preocupaciones tanto para los comerciantes como para los visitantes. La falta de presencia policial constante y la presencia de individuos que se dedican a actividades delictivas hacen que muchas personas se sientan vulnerables al transitar por el paseo.
2. Falta de mantenimiento: El deterioro de las infraestructuras, como bancas, luminarias y áreas verdes, es evidente. La casi nulo mantenimiento ha llevado a que muchas de estas instalaciones estén en mal estado, lo cual disminuye la calidad del entorno y la comodidad para los transeúntes.
3. Invasión del espacio público: La proliferación de vendedores informales ha generado congestión en el paseo, dificultando la movilidad de las personas. Además, esta situación afecta negativamente a los comerciantes formales, que deben competir con aquellos que no cumplen con las regulaciones establecidas.
4. Dormitorio de habitantes en situación de calle: Muchos indigentes convirtieron el frío pavimento del Paseo del Comercio en su improvisado dormitorio. Muchos hacen sus necesidades en esa vía, contribuyendo a una experiencia caótica y poco agradable para los visitantes. Esta contaminación visual y acústica desmejora la imagen del paseo.
5. Las badolsas dieron al traste: Lamentablemente el piso de lo que se consideraba un trayecto adoquinado, como una especie de camino de piedra, se ve hoy lleno de baldosas desajustadas.
Para tener en cuenta: Solucionar estos problemas es una de las tareas pendientes de la presente administración local. Es fundamental revitalizar el Paseo del Comercio para convertirlo en un espacio seguro, atractivo y funcional para todos los ciudadanos, peatones, comerciantes formales y visitantes de Bucaramanga.