Restaurantes subieron el precio de este plato entre $500 y $2.000, con el argumento del alza en servicios públicos y arriendos que también incrementaron por el cambio de año.
Aumentos del 4 %, 10 % y 13 % se ven por estas semanas en los restaurantes de Bucaramanga en donde se venden ‘corrientezos’. Esto equivale a alzas de $500, $1.000 y $2.000, respectivamente, a este plato que salva el hambre del almuerzo de cientos de trabajadores.
Estos ajustes los constató Vanguardia en un recorrido que hizo por varios negocios gastronómicos de la ciudad.
En promedio esta comida, en el último mes, pasó de $11.000 a $12.000, especialmente en el centro de la ciudad. Pero la varidad de precios de se ven los carteles y avisos de estos lugares, los platos van desde $10.000 hasta los $16.000.
Incluso, el menú ya es tan variado que para cada bolsillo hay un almuerzo ejecutivo. Le ofrecen el básico con arroz, papa, carne de res, frijol, cebolla cabezona, tomate, aguacate y zanahoria, pero también un bocachico sudado en $15.000, una carne oreada en $17.000, una bandeja paisa en $14.000 y un delicioso mute santandereano en $13.000. Hay almuerzo para todos los presupuestos.
Estos cambios, según Luz Helena Pabón, propietaria de un restaurante en el barrio Bolívar de Bucaramanga, se dieron luego de pandemia y por la inflación que golpeó el bolsillo de los trabajadores.
A pesar de que preparar un ‘corrientazo’ es más barato ahora que hace un año en un 21 %, la subida de este plato era inminente por el cambio de año, que trajo el incremento del 13 % en el salario mínimo y del 9,28 % en la inflación anual del 2023.
Lo que se está viviendo es un encarecimiento de la canasta familiar y que, por ende, repercute en los precios de los platos en los restaurantes, y quien termina pagando esos sobrecostos es el consumidor final, quien sigue viendo sobre la mesa la proteína, la carne, la ensalada y el jugo.
Por ejemplo, si usted el año pasado destinaba $50.000 para cinco almuerzos a la semana, ahora por el impacto de la inflación en los servicios, arriendos y gasolina deberá pagar $55.000. Es decir, el popular ‘corrientazo’ le incrementó por el orden del 10 %.
Sobre esto coincide Pabón, quien tan solo le incrementó a su plato $1.000 para retener a sus comensales y permanecer en el mercado, a pesar de que esa alza no compense los costos del negocio.
De acuerdo con Guillermo Henrique Gómez, presidente ejecutivo de Acodres, los últimos años resultaron desafiantes para los restauranteros ante los altos niveles de inflación y aumento en materias primas. De hecho, indicó que estos negocios enfrentaron una caída de 27 % en sus ventas.
“Nuestro sector es termómetro de la economía. Aunque la inflación ceda, cae muy lento y en especial con alimentos. En esta coyuntura, haber agregado impuestos es altamente lesivo”.
El Dane indicó en su reciente reporte que la inflación anual para restaurantes y hoteles fue de 13,2 % en 2023, 4 puntos por encima del promedio general, que cerró en 9,2 %. Eso quiere decir, en palabras sencillas, que los restaurantes jalonaron el costo de vida en 2023.
¿Y a qué se debe eso?, según Acodres la situación obedece a que los restaurantes se vieron en la obligación de subir los precios hasta siete veces en 2022 y 10 veces en 2023, dado que los insumos se encarecieron.
Hay que recordar que el 2022 cerró con una inflación anual de 27,8 % para la división de alimentos y bebidas no alcohólicas. A lo largo del 2023, ese porcentaje descendió y en diciembre del año pasado finalizó en 5 %. Una buena noticia para los restaurantes, pero ahora temen los efectos del fenómeno de El Niño en el mercado.
De acuerdo con el reporte del Dane, las moras fue el alimento que más subió de precio en el 2023, registró una variación anual del 45,29 % en Bucaramanga. Sin embargo, lo que más presionó al alza de la inflación en la ciudad fue la gasolina con una variación del 45,48 %.
En cuanto a los servicios públicos, el que más subió fue el de la electricidad, que en todo el 2023 experimentó una variación del 17,69 %. Asimismo, las comidas preparadas por fuera del hogar, como restaurantes, bares y hoteles evidenciaron un alza del 12,56 %. En esa misma tendencia se ubica ron las comidas en establecimientos de servicio a la mesa y autoservicio, con una variación anual del 12,36 %.
Sobre el rubro de arriendo, el Dane indicó que para Bucaramanga la variación anual fue del 8,33 % en el 2023.