Tras la fallida represa y la intervención del acueducto, Vélez, con 485 años de historia, enfrenta una angustiante situación sin un plan claro de suministro de agua potable para sus habitantes. Ya llevan 15 días sin agua.

En medio de una crisis de agua que ha dejado al municipio ya 15 días sin agua, Vélez, con una rica historia de 485 años, se encuentra en una situación desesperada. La falla de la represa y la intervención del acueducto han dejado a la ciudad sin un plan claro para el suministro de agua potable a sus habitantes.

Cansados de la situación actual, los residentes de Vélez se reunieron en el polideportivo del municipio para abordar de frente el problema que afecta a la comunidad desde hace décadas, buscando una solución definitiva.

Vélez tuvo la ilusión de contar con una represa para sustituir el problema de agua que lo aqueja pero esta no duró mucho. La represa La Batanera de Vélez, en Santander, cuya construcción comenzó en 2011 con el propósito de proveer agua potable a 20 mil habitantes, se encuentra hoy en un estado de total inoperancia, 12 años después de su inicio. La inversión destinada al proyecto, que ascendió a siete mil millones, ha quedado literalmente sepultada bajo el lodo, sin posibilidad alguna de recuperación.

Este trágico desenlace se atribuye a una planificación y ejecución deficientes del proyecto, dejando a la comunidad sin la solución vital de abastecimiento de agua que tanto necesitaba

Elkin Chávez, actual concejal del municipio, le contó a Vanguardia que la situación es alarmante y marcada por la corrupción, lo que ha llevado a un desastre en la gestión de los procesos. «Es lamentable reconocerlo, pero la represa tenía el potencial de suministrar agua a la comunidad durante 100 días consecutivos, y este sueño fue arrebatado por acciones irresponsables. La oportunidad de identificar a los verdaderos responsables se perdió, ya que los plazos de investigación han expirado, dejando a la comunidad sin respuestas sobre quiénes destruyeron esta esperanza», sostuvo.

Según los informes de veeduría en Vélez, la ejecución fue deficiente y los requerimientos de la comunidad a través de las veedurías no recibieron la debida atención. La represa nunca fue entregada a Vélez ni a Emprevel, ya que permaneció bajo la responsabilidad de la ESANT hasta su colapso en los primeros meses de 2016.

Ahora, Emprevel – Empresa Municipal de Servicios Públicos Domiciliarios de Vélez, encargada del suministro de agua, ha estado rodeada de malos manejos a lo largo de los años, desde su establecimiento en 1996. Más de dos décadas de irregularidades, malos manejos, despidos masivos y conexiones fraudulentas han caracterizado su historial.

Según Chávez, la Superintendencia planteó dos opciones: intervenir, liquidar y entregar a otra empresa, o crear un plan de salvamento. En ese momento, se optó por la opción de salvamento debido a que Emprevel es una empresa de los veleños. Sin embargo, los resultados no han sido positivos, evidenciando la falta de mejoras significativas en la gestión y la persistencia de problemas estructurales.

La comunidad determinó que es crucial revisar los estados financieros y la situación actual de la empresa tras la intervención, para comprender los cambios implementados. La falta de información sobre la condición actual de la empresa destaca la necesidad urgente de un informe de la superintendencia y del gerente. Este problema, de larga data, requiere atención.

Aunque en el programa de gobierno de la Gobernación se contempla un punto sobre el agua para Vélez, es esencial gestionar y contar con la buena voluntad de alguien de la provincia que conozca los problemas locales.

El actual gobernador tiene en su plan de gobierno fortalecer la colaboración con las alcaldías y abordar el problema del agua como uno de sus puntos principales. En el área de ambiente y territorio, se propone fortalecer los recursos disponibles para los sistemas de acueducto en Barichara, el área metropolitana de Bucaramanga, Los Santos y Vélez.
Rosa Pérez, presidenta de la junta de acción comunal del barrio Martín Galeano, expresó su tristeza por la falta de agua en su comunidad, afectando especialmente a los adultos mayores. La escasez de agua afecta al hospital y al ancianato, con 15 días sin suministro. Además, los usuarios denuncian la paradoja de recibir recibos exorbitantes a pesar de la falta de servicio.

Un problema de décadas que cobró la vida de Nubia Carrillo

En los años 80, Vélez enfrentaba la misma problemática de falta de agua que persiste hoy. El padre Jorge Velandia convocó a la comunidad, y tras tres años de esfuerzos y un paro cívico en Barbosa en 1981, se obtuvieron recursos para conectar Bolívar y Vélez, asegurando agua para más de mil personas. Lucha que cobró la vida de Nubia Carrillo en medio de las protestas. Hoy el problema persiste

A pesar de este logro hace más de 40 años, no se han registrado mejoras sustanciales. Carlos Pérez, un veleño que participó en la iniciativa de los años 80, señala la falta de novedades y la necesidad de apoyo de las entidades para una solución definitiva. Durante la reciente reunión en el polideportivo de Vélez, se elaboró una lista de peticiones que se entregará al alcalde electo, Orlando Ariza, para su revisión el próximo sábado, 20 de enero.

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