Colombia obtuvo 40 puntos sobre 100 en el Índice de Percepción de la Corrupción 2023 de Transparencia Internacional. Es un punto más que en 2022 y, por primera vez luego de 5 años, rompe el estancamiento en esta medición
La veeduría Transparencia por Colombia reveló el más reciente reporte del Índice de Percepción de la Corrupción 2023 de Transparencia Internacional, que le otorga puntajes entre 0 y 100 a 180 países, donde 100 indica que un país se percibe como muy transparente, mientras que 0 muestra que es percibido como muy corrupto.
Aunque por primera vez, en los últimos años, Colombia mejoró ligeramente su índice de percepción de corrupción al recibir una calificación de 40 puntos sobre 100, (en el lustro anterior siempre obtuvo 39 puntos), el país continúa afrontando serios problemas de corrupción.
En tal sentido, la posición de Colombia en el ranking global mejoró, al pasar del puesto 91 al 87 entre los 180 países evaluados. Esto se debe también a que otros países descendieron en su calificación.
“A pesar de la leve mejoría en el índice, el puntaje de Colombia sigue siendo insatisfactorio lo cual evidencia los graves problemas de corrupción que aún enfrenta el país y que menoscaban los derechos fundamentales de gran parte de sus habitantes. Por ello, es importante avanzar en la lucha contra la corrupción de forma sistémica y estructural”, concluyó el informe de Transparencia por Santander que conmemora sus 25 años de existencia.
Faltan políticas anticorrupción
Ante este escenario la veeduría ciudadana calificó de prioritaria la implementación de la Estrategia Nacional Anticorrupción incluida en artículo 200 del Plan Nacional de Desarrollo del gobierno de Gustavo Petro
“Su principal reto es convertirse en política de Estado, de corto, medio y largo plazo con acciones concretas y que permita articular esfuerzos con las diferentes ramas del poder público, dando a la vez una mirada particular a las necesidades de los territorios”, agregó Transparencia por Santander.
Del mismo modo, la veeduría señaló la imperiosa necesidad de ampliar la lucha contra la corrupción más allá del desvío de los recursos públicos sino que tiene efectos nocivos en diversos ámbitos como el medio ambiente, deja víctimas y causa graves daños individuales y colectivos. Además, de la necesidad de fortalecer las capacidades de la justicia y de los organismos de control
“Se debe garantizar la independencia de las instancias judiciales e impedir que el abuso de poder político, el soborno y otras formas de corrupción influyan en sus decisiones. Este es un aspecto altamente relevante que debería considerarse por parte de la Comisión de Reforma a la Justicia recientemente conformada bajo el liderazgo del gobierno nacional”, concluye el informe.