Luego de meses de estar cerradas, se dio reapertura de varios tramos viales, vitales para la movilidad en la zona céntrica de Bucaramanga. Aún quedan trabajos pendientes.

El pasado jueves, se habilitaron tramos viales cerrados por varios meses debido a las obras inconclusas del Plan Centro de Bucaramanga.

Estos trabajos no se entregaron a tiempo por parte de la administración de Juan Carlos Cárdenas, y registraban un sinnúmero de dificultades para terminarse.

Esta situación generó que varios comerciantes tuvieran que cerrar sus negocios de forma temporal o definitiva por el retraso en los avances de obra.

De acuerdo con la secretaria deInfraestructura de Bucaramanga, María del Rosario Torres, uno de los tramos que se habilitó fue el acceso de la calle 37, entre carreras 9 y 10. Con la apertura de esta vía se facilita el acceso de conductores a las zonas administrativas de la Alcaldía de Bucaramanga y la Gobernación.

Asimismo, se aperturó el tramo de la carrera 10, entre calles 38 y 37. Esto facilitará que vehículos que asciendan desde la carrera 9, a través de la calle 38, puedan girar a la izquierda y acceder al parque García Rovira.

Una de las vías principales que se habilitó en ambos sentidos es la calle 36, desde la carrera 13 hasta la carrera 11, que facilita el acceso a la zona comercial y hacia la iglesia de San Laureano.

También se autorizó el paso para vehículos por el tramo de la carrera 10, entre calles 36 y 34. Con esta apertura, los conductores que desciendan por la calle 36 podrán ingresar al circuito del parque García Rovira, girar a la derecha por la carrera 10 y empalmar con la calle 34.

Sin embargo, la Secretaria de Infraestructura de Bucaramanga explicó que aún quedan tramos en los que se está trabajando y que continúan cerrados.

Se trata de la carrera 12, entre calles 36 y 34; la carrera 11, entre calles 35 y 36; la calle 36, entre carreras 10 y 9, que hacen parte de la fase dos del proyecto Centro Caminable.

Asimismo, continúan obras de la fase uno del proyecto, ubicadas en la carrera 12, entre calles 26 y 44, y calle 42, desde la carrera 9 hasta la carrera 12.

Frente al interrogante de cuándo se entregarán estos frentes de obra, pese a que no se especificó una fecha, el alcalde Jaime Andrés Beltrán Martínez señaló que “le hemos dado todo el acompañamiento y garantías para que el contratista pueda terminar la obra, y se pueda mejorar la calidad de vida de la gente que está alrededor. Hablamos de negocios, cafés, notarías y otros locales totalmente bloqueados”.

Habló la comunidad

Graciela Suárez es propietaria del parqueadero Guanentá, ubicado en la calle 37 entre carreras 9 y 10. Su negocio estuvo cerrado 11 meses por las obras.

La mujer expresó que “el parqueadero es nuestra fuente de sustento y mientras estuvo cerrado nos tocó gastar los ahorros. Nos rebuscamos para poder comer, y aún debemos casi un año de arriendo y servicios de este local”.
El pasado jueves, tras la apertura de la calle 37 volvieron a parquearse vehículos en su parqueadero. “Es un alivio. Ya tenemos tres carros y algunas motos parqueadas. Sin embargo, como sociedad debemos aprender a que obras mal planificadas no se repitan”, indicó Suárez Oshes.

A su turno, Ulpiano Gómez es taxista y durante cerca de dos años no pudo acceder a recoger o dejar servicios en el parque García Rovira y la plaza Luis Carlos Galán.

El transportador explicó que para prestar servicio en el sector, “nos tocaba darles tres vueltas a los usuarios para ingresar o salir. A quienes se dirigían a la Gobernación o la Alcaldía había que dejarlos en la carrera 13 y tenían que caminar tres cuadras”.

Gómez reconoció que la apertura es un alivio para la movilidad y les acortará sus recorridos por el Centro de Bucaramanga.

Por su parte, Javier Páez es un vendedor estacionario que desde hace muchos años labora en el parque García Rovira. En su caseta vende desde minutos hasta maíz para alimentar a las palomas. El comerciante confesó que tuvo que irse del parque mientras las obras se desarrollaron. “Tuve que ponerme a hacer empanadas y venderlas en otro lado. Esta fue mi única ayuda para sostenerme durante el tiempo que estuve fuera”, indicó Páez Rojas.

Además, peatones que transitaron por el Centro Histórico reconocieron que las aperturas viales hicieron que el parque García Rovira, ‘volviera a la vida’ y le dieron un ‘segundo aire’ a negocios y transporte público que volvió a circular.

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