Carlos Molina llevaba al menos dos días muerto. Además, su cuerpo fue descubierto con una bolsa de plástico en la cabeza.
Aunque no se hallaron señales de violencia para ingresar al apartamento en donde se encontraba, la Policía investiga si hubo manos criminales detrás de la muerte del procurador judicial Carlos Mario Molina Betancur, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en la tarde de este lunes, 22 de enero.
El cuerpo fue encontrado en un apartamento del barrio San Martín, en la localidad de Santafé, centro de Bogotá, luego de que la madre de Molina reportara su desaparición porque llevaba más tiempo de lo normal sin comunicarse con ella.
Las autoridades del Distrito, encabezadas por la Sijín de la Policía, buscan determinar las causas de la muerte.
“Se ha constituido un grupo de tareas especiales constituido por personal del CTI y la Sijin para avanzar en la investigación y establecer los móviles de tiempo, modo y lugar respecto al deceso que se tuvo el día de hoy”, dijo Juan Carlos Arévalo Rodríguez, comandante del Comando Operativo de Reacción y Apoyo de la Policía Metropolitana de Bogotá.
“La información se recibe por parte de la mamá, se llega al inmueble, no hay señales de violencia al ingreso al mismo”, agregó Arévalo.
Además, mencionó que el hombre solía llamar periódicamente a su madre. Cuando dejó de hacerlo, la madre alertó a la policía, activándose la ruta que llevó a la ubicación del inmueble. Según Arévalo, el cuerpo llevaba sin vida aproximadamente desde el fin de semana.
Molina se desempeñaba como funcionario de la Procuraduría 21 judicial II para la conciliación administrativa de Florencia, Caquetá.
Por su parte, la Procuraduría General de la Nación, solicitó a las autoridades esclarecer pronto las circunstancias de su muerte.